Los órganos judiciales de Cantabria recibieron durante el pasado año 1.162 demandas de disolución matrimonial, lo que representa un descenso del 7 por ciento respecto a las registradas en 2021, cuando los procedimientos de este tipo que llegaron a los juzgados cántabros fueron 1.249. Así lo ha informado hoy el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria.
Este descenso es mayor que el experimentado en el conjunto de España, donde las disoluciones matrimoniales en 2022 disminuyeron un 2,3 por ciento respecto a las registradas un año antes.
Dentro de la denominación “disoluciones matrimoniales” el informe se refiere a los divorcios de mutuo acuerdo y a los no acordados, a las separaciones consensuadas y a las no consensuadas, y también a las nulidades matrimoniales.
En Castro Urdiales, las demandas de disolución matrimonial presentadas en 2022 fueron 94 (58 divorcios consensuados, 34 no consensuados y 2 separaciones de mutuo acuerdo).
La estadística también analiza los procedimientos presentados en los juzgados solicitando la modificación de alguna de las medidas acordadas en sentencia –bien en sentencia de separación, divorcio o nulidad, bien en sentencia en la que el juzgado acordó medidas relativas a la guarda y custodia de hijos e hijas nacidos fuera del matrimonio-.
En 2022, los juzgados de familia de Cantabria registraron 430 peticiones de este tipo, 30 de ellas en Castro.