16 AGOSTO 2016 /
El vandalismo ha vuelto a aumentar este pasado fin de semana de fiestas en Castro Urdiales, con un balance de quince elementos de mobiliario urbano, principalmente papeleras, rotos o dañados, según informa el Departamento de Comunicación municipal.
Desde el Ayuntamiento “se lamentan estos actos incomprensibles y que en esta ocasión no han podido ser prevenidos ni castigados pese a las patrullas realizadas con coches camuflados”. Estas medidas seguirán en marcha para luchar contra estas prácticas frente a las cuales las ordenanzas contemplan sanciones de hasta 3.000 euros.
Es uno de los datos que arroja el balance del Plan Especial de Vigilancia (PEV), desplegado de forma específica y reforzada para el control tanto del ocio nocturno como de la fiesta diurna por su gran afluencia de personas.
El balance de actuaciones de los efectivos de la Policía Local, con el apoyo de la Guardia Civil, ha sido “positivo”, a juicio del equipo de gobierno, y se ha actuado desde la noche del viernes “controlando el botellón para evitar molestias a los vecinos de zonas sensibles como el Barrio de los Marineros”.
A lo largo del fin de semana y del lunes festivo se han interpuesto un total diez denuncias por orinar en la vía pública, una más por posesión y consumo de marihuana y otra por daños a la luna de un portal en el casco histórico. Se actuó a petición de los vecinos por actividades molestas causadas por un bar de la zona del puerto y una lonja que estaban poniendo música en la calle sin autorización, lo que fue la única alteración por utilización de lonjas detectada.
El control de horarios de bares y terrazas se produjo correctamente excepto un local en la calle Ardigales, al que se efectuó la correspondiente denuncia. También se intervino en dos agresiones y en Islares, donde hubo un incidente de conducta incívica y música de fiestas a elevado volumen.
El lunes por la mañana se organizó y controló la celebración del Concurso de Marmita “sin incidentes”, según el Ayuntamiento. Se apoyó a la empresa de limpieza para la instalación y retirada de contenedores y se realizó el control del rompeolas y el San Guillén con el apoyo de la Guardia Civil, evitando allí el consumo de bebidas alcohólicas y logrando preservar la tranquilidad de la zona de baño.
El Ayuntamiento “quiere agradecer el esfuerzo extraordinario de los servicios de limpieza, al tiempo que denunciar el comportamiento incívico de los que tiran bolsas, vasos, botellas y otros restos de basura en la vía pública y al mar”.
Respecto al tráfico, la gran cantidad de personas en el municipio se apreció notablemente en las zonas de playas y el domingo por la mañana en Oriñón. Se interpusieron un total de 53 denuncias en diferentes zonas, entre ellas Cotolino.