4 OCTUBRE 2017 /
Algunas playas de Castro están amaneciendo estos días con una gran cantidad de algas amontonadas. Una imagen que llama la atención teniendo en cuenta, entre otras cosas, que durante muchos años ha sido tradicional ver como algunas personas se dedicaban a recogerlas y transportarlas.
Se trata ésta de una actividad que está regulada por una norma regional sobre la que hemos hablado con la directora general de Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria, Marta López.
No ha podido ocultar su sorpresa por el hecho de que esta ‘caloca’ esté amontonada en los arenales castreños, ya que “no suele durar ni cinco minutos en la costa porque es un recurso que está tomando mucho valor en el mercado y cuyo precio está bastante alto en los últimos tiempos, superando el euro por kilo en seco”.
Además, para su recogida, “se requiere de una licencia, que otorga la Consejería, y que es muy sencilla de tramitar”. De hecho, “únicamente se exige estar dado de alta en el Instituto Social de La Marina y cumplir la ley en cuanto a no tener problemas con Hacienda”. La concesión de este permiso, que se debe renovar cada año, “es prácticamente inmediata en cuanto se entrega la documentación y supone desembolsar unos 14 euros y la adquisición de un chaleco homologado que te identifica como recolector de algas”.
Se trata de un producto que, como ha explicado López, “sirve para hacer una sustancia que se usa mucho en farmacia e investigación”. Además, “hoy en día, se emplea en alimentación. En el caso de Cantabria, las fábricas que la compran la usan para ambas cosas por la calidad que tiene”.
Una vez conseguida la licencia que permite recoger algas, los recolectores cuentan con diferentes canales de comercializaciones. “Normalmente el comprador último es la fábrica y, a veces, hay intermediarios pero no hay ninguna obligación de vender a nadie en concreto. Cada recolector tiene su mercado y vende a quien quiera”.
Esas fábricas a las que llega la ‘caloca’ deben ser “compradoras oficiales”. En nuestra región no hay empresas de este tipo y “las que trabajan con producto de aquí son de Asturias y Burgos”.
López ha informado, antes de finalizar, que es Costas quién establece a qué zonas se puede o no acceder a recoger algas.