12 MARZO 2018 /
El hombre acusado de abusar sexualmente de su hija de tres años en su domicilio de Castro Urdiales ha reconocido los hechos en el juicio celebrado esta mañana en la Audiencia Provincial, y ante ello el fiscal ha rebajado la petición de pena de 12 a 10 años y un día de prisión, condena que la defensa del procesado ha aceptado.
El acusado ha reconocido que, un día sin determinar del verano de 2016, abusó sexualmente de su hija de tres años, asegurando que estos hechos “solo” ocurrieron “esa vez”.
Reconocidos los hechos por el procesado, que ha declinado hacer uso de su derecho a la última palabra, la Fiscalía ha modificado sus conclusiones y ha reducido la petición de condena a 10 años y un día de cárcel por un delito de abuso sexual a un menor, con la aplicación de la atenuante simple de confesión.
Además de la pena de prisión, el fiscal pide una medida de libertad vigilada de diez años tras la salida de prisión, la privación de la patria potestad durante 17 años, periodo durante el cual también reclama que se le inhabilite para ejercer cualquier profesión en la que pueda mantener contacto con menores, y prohibición de comunicarse o aproximarse a menos de 500 metros durante 20 años. Por los daños morales a la menor, solicita una indemnización de 15.000 euros.
La acusación particular, que ejerce la madre de la niña y aún esposa del acusado, aunque se encuentran en trámites de divorcio, se ha adherido a las solicitudes del Ministerio Público, aunque ha reclamado que además se le impongan las costas del proceso judicial. Por su parte, la defensa ha aceptado las penas solicitadas.
En la vista, además del acusado, ha declarado la abuela de la niña, que fue quien tuvo conocimiento de los hechos durante un día en el que estaba con la menor en la piscina, preguntándole dónde había pasado eso, ante lo que la pequeña respondió que en el baño de casa.
Horas después, cuando el acusado acudió a recoger a la niña tras salir de trabajar, la abuela le preguntó por lo que había dicho la pequeña y “no dijo nada”, pero instantes después llamó a la niña y le dijo: “eso que has dicho no se dice”.
La abuela comunicó lo sucedido a su hija y madre de la menor, que en su declaración en el juicio ha indicado que, tras conocer lo que había dicho su hija, preguntó a su marido y este lo negó, pero ella acudió con la niña a la pediatra de Urgencias del Hospital de Laredo.
La pediatra también ha declarado en la vista, por videoconferencia, y ha detallado que realizó varias preguntas a la menor sobre temas sexuales que, a su juicio, ella no debía conocer con tres años de edad.
De forma similar se pronunció la niña en la entrevista que mantuvo con los psicólogos de la Policía Judicial de la Guardia Civil que, también por videoconferencia, han detallado que la menor se refería a “una conducta inequívocamente sexual” que a su edad “no podía conocer por ninguna otra vía”.
Estos agentes de la Guardia Civil han considerado que el relato de la menor es “creíble” y ha sido “verosímil, coherente y consistente” en todas las declaraciones que ha realizado, una de las cuales ha sido grabada y visualizada a puerta cerrada en el juicio.
Para la vista, las partes, tanto las acusaciones como la defensa, habían propuesto como testigos a otros peritos pero, ante la confesión del acusado y la visualización del vídeo con la declaración preconstituida de la menor, han renunciado a ellos.
El juicio ha quedado visto para sentencia.