La concejalía de Medio Ambiente ha puesto en marcha una campaña de control “puntual” de la población de palomas en el casco urbano, ante la alta densidad de aves en la plaza del Consistorio. La actuación, que se ha iniciado esta semana y se prolongará durante seis meses, consistirá en la colocación de una jaula-trampa de captura pasiva dotada con comedero y bebedero en la azotea del edificio consistorial.
El concejal de Medio Ambiente, José Mari Liendo, ha señalado que esta iniciativa “pretende dar respuesta a las numerosas quejas de la ciudadanía por los daños, insalubridad, olores y suciedad que provocan los animales, y que se han recogido, entre otras informaciones, en el diagnóstico de la población de palomas en el municipio que se realizó en abril de 2020, cuya memoria está publicada en la web municipal”. Según Liendo, este diagnóstico incluía un censo y distribución de las mismas, el inventario de lugares de anidamiento, el análisis de las fuentes de alimentación, la recopilación de quejas ciudadanas y la propuesta de actuaciones de mejora.
El edil de Cs ha señalado que, desde la concejalía se han realizado requerimientos a la ciudadanía para que se abstuvieran de alimentar a las palomas, así como escritos a comunidades de propietarios para comunicarles que, con pequeñas modificaciones en las estructuras o construcciones de sus edificios evitarían el refugio de las mismas en aleros, tejados o huecos existentes. Sin embargo, ha explicado, “aún se reciben numerosas quejas por la suciedad que provocan”.
La actuación, que ya ha sido autorizada por la Dirección General de Biodiversidad y Cambio Climático del Gobierno de Cantabria, será ejecutada por la empresa adjudicataria, BHS Consultores Ambientales Asociados SL, por valor de 4.840 euros.