El Servicio de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria recomienda extremar la prudencia ya que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha decretado para esta tarde los avisos naranja y amarillo tormentas, fenómeno que afectará a toda la geografía regional, y amarillo por lluvias en Liébana, el centro y el valle de Villaverde.
El máximo nivel de riesgo de los activados, el naranja por tormentas, estará vigente en el centro, el valle de Villaverde y Liébana entre las 14 y las 22 horas. Por su parte, el litoral y la Cantabria del Ebro estarán en aviso amarillo por el mismo fenómeno en idéntica franja temporal, con previsión en todas las áreas de tormentas acompañadas de granizo y fuertes rachas de viento.
Además, en la comarca de Liébana, el centro y el valle de Villaverde permanecerá también activado entre las 14:00 y las 22:00 horas el aviso amarillo por lluvias. Se prevé una precipitación acumulada de 15 litros por metro cuadrado en una hora.
Ante este episodio el 112 recomienda que se evite permanecer al aire libre, sobre todo en praderas y lugares abiertos; si se está lejos de un refugio adecuado, hay que mantenerse alejado de las masas de agua y de zonas altas, buscar un lugar bajo o una depresión del terreno y nunca tumbarse en el suelo. No hay que guarecerse debajo de árboles, en particular si están aislados y es necesario alejarse de alambradas, verjas, vías del tren y otros objetos metálicos, al igual que de zonas ricas en mineral de hierro.
El peligro de las tormentas para las personas se produce, fundamentalmente, en campo abierto, no obstante, en las viviendas se deben de evitar corrientes de aire, dado que atraen los rayos. Asimismo, durante la tormenta se desaconseja bañarse o ducharse, puesto que el agua es buen conductor de la electricidad, y se deben de proteger los electrodomésticos, desenchufando aquellos que se pueda, para evitar que sean dañados por subidas o caídas de tensión.
Además, ante la llegada de lluvias el servicio de emergencias del Gobierno insta a los ciudadanos a retirar del exterior de los domicilios aquellos objetos que puedan ser arrastrados por el agua; revisar canalones y desagües; no estacionar vehículos en cauces secos ni a la orilla de ríos; circular, en la medida de lo posible, por carreteras principales y autopistas, y aumentar la prudencia al volante.