El empate a cero de los rojillos el sábado en Riomar frente al Tropezón no fue suficiente para salvar la categoría. Si bien el Castro FC ha concluido la temporada en puestos de salvación (4º por la cola de la Tercera División, cuando sólo bajan tres equipos), el casi seguro descenso del Laredo desde la 2ª RFEF a la 3ª cántabra arrastrará el del Castro a Regional Preferente.
Para que esto no ocurriera, el Laredo se debería salvar: a día de hoy se encuentra en zona de descenso, a 6 puntos de mantener la categoría, cuando restan tres partidos, esto es, nueve puntos por disputarse. Por tanto, no ha bajado matemáticamente (tampoco el Castro FC), pero es muy probable que lo haga en una de las dos próximas semanas.
Por tanto, una norma absurda, la de arrastrar los descensos de unas categorías a otras a equipos de una misma región, aún cuando los de categoría inferior han hecho sus deberes, como ha ocurrido con el Castro, puede llevar a los rojillos al abismo de la Regional Preferente.
Pese a ello, la junta directiva castreña ha emitido un comunicado en el que se muestran “orgullosos de un equipo por el cual nadie daba nada en diciembre y ha luchado con uñas y dientes hasta la última jornada de liga; por ver a esa gran afición bajar al césped para abrazar y consolar a sus jugadores.
No hay tiempo para lamentarse, lo pasado, pasado está, debemos aprender de los errores y comenzar a trabajar en el presente y futuro de nuestro club. Hoy, tras el empate, una persona me ha llamado para decirme que quiere unirse a la Junta Directiva y sumar su grano de arena. Siempre estamos abiertos a nuevas personas y nuevas ideas así que os invitamos a que os unáis a este nuevo proyecto: el ascenso a Tercera Divion RFEF”, han expresado en redes sociales.
Además, la familia del Castro FC está muy molesta por el arbitraje del sábado en el 0-0 frente al Tropezón, considerando que, entre otros hechos, no se pitó un claro penalty a su favor. El 1-0 habría salvado a los rojillos.
Imagen del equipo castreño el sábado antes del partido.