La sección sindical de Comisiones Obreras (CCOO) en Correos ha denunciado que el servicio postal se encuentra “al borde del colapso” en Cantabria como consecuencia de la falta de cobertura de ausencias durante las vacaciones.
Por ejemplo, durante el presente mes de julio, “Torrelavega cuenta con 13.000 cartas acumuladas y 13.500 envíos del Ayuntamiento; Comillas y Suances, con paquetes y cartas sin repartir; y en la zona de Villacarriedo, hay pueblos en los que se reparte una vez por semana. Las oficinas de atención al público de Santander, Maliaño, Torrelavega, Astillero, Castro Urdiales o Laredo sufren un recorte de más del 60% de la plantilla habitual, con colas interminables o el cierre de la oficina de Guarnizo durante el verano”.
El sindicato ha denunciado que la empresa mantiene una política de “contratación cero”, para prácticamente no incorporar a nadie y no sustituir las vacaciones, “pretendiendo que el personal restante asuma la totalidad de carga de trabajo, una práctica empresarial que tiene consecuencias graves tanto para la plantilla como para la ciudadanía de las poblaciones afectadas”.
Ana Belén Ortiz, secretaria provincial de CCOO en Correos, ha subrayado que “la falta de personal obliga a quienes permanecen en los centros a asumir el conjunto de la carga de trabajo y, por tanto, a extender los recorridos en reparto”. De forma paralela a esta precarización de las condiciones laborales, Ortiz ha advertido que “la falta de plantilla en reparto y oficinas produce un inevitable deterioro del servicio que se presta a la ciudadanía, con miles de cartas, notificaciones, paquetes y todo tipo de envíos sin repartir, con el correspondiente perjuicio y retrasos que ocasiona a las personas destinatarias de los envíos, que se acumulan por falta de personal, e incluso en la pérdida de citas médicas o plazos de trámites administrativos”.
CCOO ha denunciado esta situación y exigido soluciones a la dirección de la empresa, a quien ha instado a “contratar para cubrir de manera adecuada las ausencias por vacaciones, como se ha hecho en años anteriores” y, además de evidenciar ante la opinión pública “la mala gestión de la dirección, más preocupada por no gastar que por garantizar unas condiciones laborales dignas y la calidad del servicio”, no ha descartado “acciones más contundentes como la convocatoria de paros”.