El presidente de Nuevas Generaciones (NNGG) del Partido Popular en Cantabria, el castreño Álvaro Aguirre, ha valorado en Castro Punto Radio la reciente constitución del Consejo de la Juventud regional, en el que está integrada su formación política junto a otra veintena de colectivos.
Un órgano disuelto precisamente por el gobierno del PP en 2012 y reinstaurado ocho años después por el actual Ejecutivo cántabro.
Ese ha sido uno de los reproches lanzados estos días desde el PSOE a los populares. Aguirre justificaba los motivos de aquella decisión: “el PSOE tiene que constituir un relato para disimular sus vergüenzas. Lo que no cuentan es que fue un gobierno del PP el que creó el Consejo de la Juventud en 1985, o que lo blindó por Ley en 2001. Al PSOE le encanta gestionar la juventud para colocar cargos en el gobierno y no hacer nada por los jóvenes”.
Recordaba Aguirre como “entre 2007 y 2011, bajo mandato socialista, el Consejo de la Juventud costó a los cántabros 2 millones de euros. El ultimo año, 600.000, y no se sabe qué hacía, solo lanzar eslóganes políticos. El PP cerró ese Consejo y se establecieron otras formas de participación juvenil”.
Para el responsable de NNGG, el PSOE “ha pretendido, y no ha conseguido, que el Consejo de la Juventud actual fuera un instrumento político en servicio del Partido Socialista. Lo hemos frenado nosotros y las Juventudes del PRC de la mano, y hemos dado una lección al PSOE sobre lo que quería hacer con ese órgano”.
Álvaro Aguirre abundaba en ello: “hoy hay un Consejo con una dirección plural, transparente e integradora, con sindicatos y partidos de toda clase y, fundamentalmente, entidades sociales de la región. Los jóvenes de Cantabria están hartos de politiqueo. Quieren que se resuelvan sus problemas y dar respuesta a la insostenible tasa de paro juvenil del 58%. De eso no habla el vicepresidente Pablo Zuloaga y las Juventudes Socialistas”.
En cuanto a las funciones y competencias del Consejo de la Juventud, Álvaro Aguirre cree que “tiene que ser un órgano de participación del que salgan propuestas en positivo con el fin de buscar beneficio para los jóvenes en cualquier área y trasladarlo a quien toma las decisiones. Pero cuidado, sin instrumentalizarlo a favor de ninguna sigla política. Y garantizamos que en el Consejo que se ha conformado el sábado, no va a ocurrir”.
Recordaba también se trata de un órgano consultivo, “con un exiguo presupuesto de 30.000 euros al año, que no se van a ejecutar en ningún caso, con mecanismos de control que antes no existían”, y que para numerosas asociaciones juveniles no políticas o sindicales, “es el único altavoz que tienen. Además, tiene que estar abierto a todas las entidades que quieran formar parte”.
En cuanto a Castro, Aguirre indicaba que “es una ciudad socialmente muy activa, con movimientos asociativos de toda clase. Llama la atención que el Ayuntamiento no haya hecho nada en las dos últimas legislaturas por poner en marcha un Consejo de la Juventud local aprobado por el pleno en el año 2014”.