13 OCTUBRE 2017 /
Cada vez son más los trámites bancarios que se deben hacer a través de Internet y de los cajeros automáticos cuando, hasta hace poco, se hacían con un trato directo por parte de un empleado.
Son procedimientos que hay personas a las que no les parecen nada sencillos, sobre todo las que forman parte de una determinada franja de edad no tan familiarizada con las nuevas tecnologías y que se ve abocada a hacerlo así o delegar en otras personas.
Sobre este asunto hemos hablado en Castro Punto Radio con Francisco Bautista, portavoz de la Unión de Consumidores de Cantabria, que ha lamentado que “es el mundo del mañana que empezamos a ver hoy y que, para muchos, va a ser hostil, dejando a personas en una situación de exclusión”. Y es que “el ahorro en costes laborales conlleva, básicamente, desatención y que muchos, para hacer trámites sencillos como pagos o ingresos que antes realizaban fácilmente y les habilitaba para estar en el mundo con independencia, tengan que depender ahora de terceros e incluso rogar, por compasión del personal de la entidad, que salga de su puesto de trabajo para ayudarle en el cajero”.
Ha insistido en que “es el mundo del futuro que ya está aquí, irá a más y que no es nada halagüeño”. En tanto en cuanto “no se piensen las cosas de otra manera y se deje que los operadores se regulen a sí mismo sin otras consideraciones, igual hay que resignarse porque en una economía de libre mercado donde sólo prima el beneficio económico y no otras consideraciones, todos los criterios empresariales irán dirigidos a reducir costes, siendo el principal el humano. En la medida que quitemos personal para obtener beneficios y si sólo nos regimos por esos beneficios, las personas nos darán igual”.
En cualquier caso, “lo que tendríamos que hacer”, según Bautista, “en un argumento a la contra. Es decir, nosotros como personas tenemos derecho a estar en el mundo, a vivir, a la dignidad, a no vernos postrados, a hacer nuestras cosas sin tener que pedir ni rogar que nos atiendan”. Ha lamentado que “estamos acostumbrados a aceptar como normales cosas que no lo son” y ha pedido que “no nos resignemos. Mientas no tengamos, como ciudadanos, una idea clara de lo que nos están haciendo, no sé si habrá remedio”.
No se trata sólo de los bancos, también las operadoras de luz, gas o telefonía “están deshumanizando su trato con el cliente, robotizándolo y quebrando, desde hace tiempo, los canales de comunicación con las personas, con el objetivo de que, muchas veces, se cansen y cejen en el ejercicio de sus derechos”.
De esta forma, “las grande compañías ha descargado sobre la sociedad, de una manera u otra, los costes laborales de su gestión”. También lo han hecho las propias administraciones públicas, como ha destacado Bautista, poniendo como ejemplo el hecho de que “había gente que antes podía presentar sus declaraciones con un simple modelo y ahora hay que hacerlo de forma telemática, a calzador”. Se ha referido también a la presentación de impuestos, seguros sociales o a la digitalización de la justicia. “No es una herramienta más que te ponen parta facilitarte, sino que, porque sí, usted presenta las cosas así. Por decreto de ordeno y mando”.