El convoy de la DYA, formado por ocho vehículos, ha entrado ya en Polonia y se encuentra a unos 600 kilómetros de la frontera con Ucrania donde dejarán todos los productos de primera necesidad que portan y recogerán refugiados.
Hemos hablado en Castro Punto Radio con Juan Carlos Carreira, uno de los voluntarios que va en el furgón de DYA Cantabria. Van a llegar hoy al punto de destino pero, “ya allí no sabemos lo que nos encontraremos y si habrá muchas retenciones”. Por tanto, “es difícil concretar la hora a la que entregaremos el material”.
El siguiente paso será recoger a los refugiados “que ya nos tienen localizados las personas de contacto que tenemos allí y que vendrán a España a casas de familiares o amigos”.
Pese al gran número de horas de viajes y el escaso descanso “nosotros tenemos todo el ánimo y la ilusión del mundo porque los que realmente lo están pasando mal son los ciudadanos de ucrania y nuestro objetivo, que es ayudarlos, lo tenemos claro y es lo que nos impulsa”.
En cada furgón van dos personas que se turnan para conducir cada tres horas aproximadamente, aunque a veces doblan turnos. A penas han dormido en el propio vehículo, pero “no nos importa porque el problema está en Ucrania”.
Están viajando por países donde las temperaturas rondan los 6 grados bajo cero y “en unos de los furgones se ha estropeado la calefacción y van con mantas térmicas en las piernas”.
Con ellos viaja también una traductora de ucraniano y ruso “que tendrá mucho trabajo supongo cuando lleguemos al destino”.
2.800 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta serán los que hagan. El precio del gasoil más caro que se han encontrado ha sido de 2,44 euros el litro y lo más barato superaba también los dos euros.
La idea de la DYA es hacer más viajes de este tipo para lo que será necesaria la ayuda ciudadana teniendo en cuenta el coste de este desplazamiento.