14 FEBRERO 2018 /
El cuerpo hallado el pasado lunes en un trastero de la urbanización La Sirena de Castro Urdiales es de una mujer, Amaya G. G., natural del País Vasco y nacida en 1964. Así lo publica hoy El Diario Montañés.
Oficialmente la Guardia Civil sólo confirma que pertenece a una “mujer” que llevaba, “al menos un año muerta”. En cambio, fuentes familiares dan por hecho que se trata de esta persona. En la mañana de ayer, los agentes de la Benemérita que están al frente de la investigación, se pusieron en contacto con una hermana a la que detallaron que “tenía encima la documentación”. A lo largo del día de hoy, la familia se trasladará hasta la morgue del Hospital de Valdecilla para identificar el cadáver.
Fue precisamente una de las hermanas de la fallecida la que puso, en marzo de 2015, la denuncia de desaparición en el cuartel de la Ertzaintza de Éibar (Guipúzcoa). Según la ficha que rellenó, su último domicilio conocido estaba en la calle Ataúlfo Argenta de Castro Urdiales, en la vivienda vinculada al trastero en el que fue localizado el cuerpo. No se daban detalles sobre la ropa que vestía, pero se precisaba que podía estar viviendo en su vehículo, un Opel Astra de color granate. Esa fecha coincide con el tiempo que lleva sin dar señales de vida. Desde entonces, nadie ha vuelto a verla en el portal.
Como relata una vecina de la urbanización, “la última vez que supimos de ella, estaban en su casa la Guardia Civil, la Policía Local y gente del Juzgado. Padecía síndrome de Diógenes y había acumulado allí una gran cantidad de basura”.
En la denuncia presentada ante la Policía Autónoma Vasca también se especificaba que la mujer tenía “trastornos psiquiátricos”, sin detallar de qué tipo.
Otro propietario de la urbanización explica que “los últimos veranos solía ocupar el apartamento de Amaya G. G. un hermano”. De hecho, en uno de los comercios ubicados justo debajo del piso donde residía la mujer cuentan que han tenido algún contacto con este familiar. “Vino por aquí para pedirnos por favor que nos pusiéramos en contacto con él si en algún momento escuchábamos un ruido arriba o la veíamos”.