El curso escolar mantendrá sus 175 días lectivos y concluirá una semana antes el próximo mes de junio para compensar los días inicialmente previstos como no lectivos de la semana que viene y que, finalmente, tendrán carácter lectivo. Así, el curso terminará el 15 de junio en Educación Infantil, Primaria y Especial y el 18 en ESO, Bachillerato y Formación Profesional.
El Gobierno de Cantabria anunció el pasado jueves, además del cierre perimetral de la Comunidad Autónoma ya en vigor, la suspensión del periodo no lectivo previsto para la semana próxima para contribuir a frenar la expansión del coronavirus, después de que Salud Pública alertase del riesgo derivado de su celebración, que hacía prever un “incremento del número de contactos en el entorno social”.
Así, la Consejería de Educación publicó el viernes en el Boletín Oficial de Cantabria la resolución por la que se establece que el periodo del 2 al 6 de noviembre será periodo lectivo en todos los centros educativos no universitarios de la Comunidad Autónoma.
Este cambio hace necesaria ahora una modificación de la Orden de Calendario vigente, que requiere de negociación con la Junta de Personal Docente. Un cambio que, como el calendario escolar mantendrá 175 días lectivos, pasa por ubicar en otro periodo del curso escolar esas cinco jornadas no lectivas.
En la Mesa Sectorial de Educación celebrada esta tarde, las organizaciones sindicales no han planteado ninguna propuesta alternativa para la ubicación de estas cinco jornadas no lectivas a lo largo del curso escolar.
Además de con la Junta de Personal, la consejera de Educación, Marina Lombó, se ha reunido esta tarde con el Consejo Escolar, la Mesa de las Familias (FAPA y CONCAPA) y la Mesa de la Educación Concertada. Oída la comunidad educativa, la consejera ha anunciado que la modificación del calendario, que se publicará próximamente en el BOC, contemplará finalmente ese periodo no lectivo al final del curso escolar.
La consejera ha reiterado de nuevo que “entiende perfectamente” el malestar que esta decisión ha generado en parte de la comunidad educativa que contaba con este descanso programado, pero ha realizado un llamamiento a la “responsabilidad individual y colectiva” para el cumplimiento de “todas y cada una de las medidas” que las autoridades adoptan para el control de la pandemia.
“Toda la comunidad educativa lleva desde marzo trabajando conjuntamente para superar momentos muy complicados y, lamentablemente, las dificultades seguirán”, ha reconocido Lombó.
Así, considera que, en medio de esta crisis sanitaria que está teniendo, además, unas repercusiones sociales y laborales “durísimas para millones de ciudadanos”, este cambio de ubicación de cinco días no lectivos decretado por el Gobierno de Cantabria es una medida más para controlar la expansión del coronavirus que constituye “un “contratiempo que genera un enfado lógico y entendible, pero tiene, en perspectiva, un impacto mucho menor que el que están sufriendo miles ciudadanos”.
En este punto, ha apelado a la “proporcionalidad” y a “poner en perspectiva” lo que supone el cambio de ubicación de una semana no lectiva en medio de una situación “muy grave a todos los niveles”.
APLAZADA LA HUELGA CONVOCADA POR CCOO EN EL SECTOR EDUCATIVO
Por otro lado, se ha aplazado la huelga en el sector educativo convocada por la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (CCOO) para el periodo comprendido entre el 2 y el 6 de noviembre.
La organización sindical decidió desconvocar la protesta al no llegar a un acuerdo con la Administración sobre la legalidad del paro.
Hay que recordar que tanto la Dirección General de Trabajo como los Servicios Jurídicos del Ejecutivo cántabro entiendían que el preaviso presentado pudiera ser constitutivo de una convocatoria ilegal de huelga. De hecho, los Servicios Jurídicos del Gobierno plantearon ante el juzgado de lo Social una demanda de conflicto colectivo para esta convocatoria.