Como ya hemos informado, hace unos días el hostelero castreño Domingo Urquijo, del Mesón Marinero, recogía en Santander el diploma con el que la Asociación de Hostelería de Cantabria reconocía sus más de 50 años de profesión.
Domingo nos ha acompañado hoy en Castro Punto Radio y ha manifestado que este premio “es un plus”, un reconocimiento que ha agradecido mucho. Nuestro protagonista atesora una larga y fructífera trayectoria desde 1973. Precisamente estos días han aflorado en su familia montones de fotos de su abuela Margarita, sus tíos Toñín y Roberto, sus tías Esperanza y Mª Ángeles…Personas fundamentales en su vida que pusieron en pie lo que después de convertiría en el Mesón Marinero que todos conocemos, abierto en su actual ubicación en 1967. Los jibiones, las tortillas o el bacalao en aquellas cocinas de carbón que provocaban temperaturas de 40 grados para trabajar. “Entre lo que se fumaba y lo que salía de las cocinas de carbón, había que pintar todos los años”.
Este empresario hostelero se incorporó a trabajar en el mesón 15 días antes de que, el entonces príncipe Juan Carlos, llegara sin avisar para comer allí. Ministros, artistas, deportistas de élite, equipos de fútbol de primera división o el legendario Teka de balonmano tras proclamarse Campeón de Europa son algunos de los hitos que han jalonado la historia de El Marinero.
El Mesón ha evolucionado y se ha adaptado a los tiempos aunque mantienen su filosofía y esencia originales; raciones muy generosas, producto de calidad y cocina tradicional. “Las cosas no las cambiamos nosotros, nos las hacen cambiar las circunstancias que van pasando”. Domingo se refería a las rachas de crisis económica o a la pandemia del Covid. La prohibición del consumo de tabaco acortó las sobremesas. Y las restricciones del alcohol también se dejaron notar.
Algunos de sus platos son ya históricos y tienen muchísimo público; las marmitas de bonito y langosta, los caracoles, las albóndigas de bonito o la merluza, uno de sus buques insignia. A la merluza rebozada y sin espinas la llaman “Vía” porque “era el plato que don Miguel de la Vía le pedía a mi abuela”.
Sobre los encuentros de empresa entorno a sus mesas, nuestro invitado ha señalado que “han bajado mucho excepto ahora en diciembre. El resto del año no es como antes, que para llevar las facturas a las empresas me tiraba dos mañanas”.
Hemos tenido un recuerdo para Esteban Modino, que falleció sólo un año después de retirarse, “una pérdida muy grande”.
Actualmente su plantilla es de 22 personas, una familia en la que algunos llevan más de 25 años. Domingo cumplió ayer 67 años (de hecho se llama Domingo Andrés por la coincidencia de su nacimiento con el patrón de los marineros) pero no ha puesto fecha para su jubilación.
Si no has podido escuchar esta interesante charla, esta noche tienes ocasión de hacerlo en la redifusión de nuestro programa a partir de las diez en el 88.2 FM, https://castropuntoradio.es y en la aplicación móvil de Castro Punto Radio.
En el siguiente enlace puedes escuchar o descargar la entrevista:
