Complicado trabajo al que se enfrentaron los bomberos de Castro el pasado lunes por la tarde cuando intervinieron en el rescate de una novilla de unos 500 kilos y preñada que había quedado atrapada en una profunda zanja en la zona de Ontón. Cuatro horas de maniobras en un terreno difícil que obligó a ir improvisando los mecanismos para poder sacar al animal de la grieta.
Maderas, cinchas y el tractor y la pala del ganadero propietario de la novilla fueron algunos de los elementos empleados, además del importante esfuerzo de los tres bomberos que participaron en el operativo, dos de los cuales requirieron de asistencia médica. Como ha explicado en Castro Punto Radio el director del Organismo Autónomo de Bomberos, Diego Alonso, durante la maniobra, uno de los trabajadores se pilló un dedo entre la pared y el animal. Otro recibió una coz de la novilla en el casco, lo que le ocasionó una brecha en la ceja y dos puntos de sutura.
Fue el ganadero propietario del animal el que, en torno a las 18:45 horas, solicitó la ayuda de los bomberos porque su novilla había caído en una grieta estrecha, de tres metros y medio de profundidad y no podía salir.
La dotación de guardia en ese momento estaba compuesta por tres bomberos que tuvieron que trabajar durante cuatro horas si posibilidad de descanso. Como señalan algunos de los trabajadores del parque castreño, mientras los dos compañeros heridos estaban siendo atendidos, no había medios para mantener la guardia mínima establecida.