28 MARZO 2016 /
El actor Mario Zorrilla ha pasado unos días en Castro Urdiales, como viene siendo habitual por estas fechas, sobre todo desde que participa en la Pasión Viviente poniéndose en la piel de Herodes.
Pero Zorrilla vivió su particular calvario el sábado por la noche cuando, como ha contado en Castro Punto Radio, apenas pudo dormir. Su casa cuando viene al municipio está en la calle Artiñano y “la desesperación” le llevó a colgar un mensaje duro y con descalificativos en su página de Facebook hacia los responsables del Ayuntamiento. Mensaje que “quité rápidamente porque reconozco que no es la forma y yo no soy así, pero la desesperación hace que utilices palabras gruesas para expresarte porque te quedas sin posibilidad de argumentos”.
Este actor no termina de entender “cómo elecciones tras elecciones y en un Ayuntamiento que estará bien asesorado y que tendrá personas entendidas en el tema, hay ese desfase entre la convivencia y el Lejano Oeste, cuando se entiende que las instituciones deberían funcionar” . Ha dejado claro que “el tema de ruidos tiene una jurisprudencia muy clara y tiene un punto de insultante que el Ayuntamiento no se haga eco de lo importante que es para la gente el descanso y el dormir bien”.
Zorrilla ha calificado de “alucinante” que no se pongan medidas cuando “simplemente es tener una legislación exacta sobre derecho y obligaciones de los hosteleros. Es suficiente y no tiene que haber más intimidación que ésa”.
Sobre la diferencia de control que se percibe entre los establecimientos de hostelería de la Avenida de la Constitución y los bares nocturnos, el actor ha defendido que “se les debería caer la cara de vergüenza porque unos tienen que cumplir la normativa y otros no. Parece que el concepto de lo popular lo tienen muy equivocado”.
No es partidario de llegar a tener que sacar la Policía a la calle pero si insiste en que “simplemente se trata de hacer cumplir las normas”. No le vale a Zorrilla el argumento de que “sólo se trabaja dos días al año. No es condición política ni social para guiarse”. Cree que “los hosteleros de Artiñano también deberían entenderlo. Pueden tener un argumento de que abren dos días a la semana. Pues intenta trabajar más días y hacerlo de alguna manera que a mí me apetezca bajar a tu bar”.
Zorrilla es consciente de que “Castro vive en gran medida de la hostelería pero hay que cumplir las normas y que la actitud de los que gobiernan sea igual para todos. No entiendo cómo pueden tener a tantos vecinos tan cabreados ahí”.
A la gente que “pueda preguntarse si yo no he bajado nunca de fiesta, le digo que he bajado como el que más y que con 15 años jugaba el kinito en La Correría y fumaba y bebía un vino sin que pasara nada mientras escuchaba las historias que contaban los marineros. Si vamos aprendiendo en ciertas cosas y nos vamos civilizando, hagámoslo hasta el final”.
PASIÓN VIVIENTE
Al margen de este asunto y sobre su participación en la Pasión Viviente ha dicho que es una representación “llena de virtudes porque la entrega de todos los participantes es absoluta y conmovedora y sólo se puede decir gracias a los que se atreven a hacer esta barbaridad y dejarme estar ahí”.