22 SEPTIEMBRE 2016 /
El Ayuntamiento de Castro Urdiales, a través de su área de Sanidad, ha acometido una mejora integral del recinto temporal para perros perdidos o abandonados que tiene instalado en las dependencias de la Plaza de Toros. Gracias a la instalación de una puerta nueva, se ha podido ganar un espacio de 8 metros cuadrados para que los animales puedan moverse libremente durante su estancia hasta que sean trasladados al albergue.
Como se informa en nota de prensa, el recinto ha sido pintado y acondicionado con un bebedero de agua continua. Además, se ha destinado un trabajador municipal para la limpieza del recinto y el paseo de los animales en caso de que la devolución al propietario o el traslado al albergue se alargue. Normalmente, los animales abandonados solo pasan unas pocas horas en este recinto, ya que la empresa de recogida debe trasladarlos en el plazo máximo de 12 horas al albergue, donde son cuidados hasta su devolución al propietario, o en caso de que no lo tenga o no se haga cargo del perro, su adopción.
La nota recuerda que el Ayuntamiento de Castro lleva ocho años con el compromiso de sacrificio cero de los animales recogidos, y para favorecer las adopciones se va a promover dentro de poco una campaña informativa. Tanto en la página web municipal como en el Facebook del Ayuntamiento se va a habilitar un apartado con las fotos y las fichas de los animales en adopción.
El número de animales recogido se ha reducido considerablemente en los últimos años, pero todavía hoy en día se recoge la vergonzante cifra de 45 perros al año aproximadamente, de los cuales 30 están sin identificar y han sido abandonados. “Este es el verdadero problema, y el que debemos de tratar de combatir entre todos fomentando la educación y el respeto por los animales”, explica Patricia Camino.
Desde el Ayuntamiento se recuerda a todos los propietarios de perros la obligatoriedad de tenerlos identificados y vacunados. Según la concejala, “está previsto realizar antes de fin de año una campaña de control de microchip para promover esta forma de identificación difícil de alterar, a comparación de una placa o collar que puede romperse o caerse, y que en caso de extravío facilita enormemente encontrar al dueño del animal para que se responsabilice del mismo”.