29 ABRIL 2016 /
La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene previsto poner en funcionamiento este domingo, 1 de mayo, los dos radares existentes en el tramo de la Autovía del Cantábrico A-8 en la zona de Saltacaballo, ubicados en el punto kilométrico 144,480 sentido Santander (ya existente) y el nuevo de cabina en el punto kilométrico 143,662 sentido Vizcaya, con la nueva limitación a 80 kilómetros por hora.
El jefe Provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa, ha recordado este viernes en un comunicado que, ante la elevada siniestralidad que presentaba esa zona en los últimos años, la Demarcación de Carreteras en Cantabria del Ministerio de Fomento y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, en coordinación con la Jefatura Provincial de la DGT, acordaron el mes pasado una serie de medidas encaminadas a aumentar la seguridad en la zona.
Entre ellas está la disminución de la velocidad máxima a 80 kilómetros por hora en ambos sentidos de la Autovía en el tramo comprendido entre los dos accesos de la autovía a Castro Urdiales (pk 151) y el límite provincial con Vizcaya (pk 139), en un tramo aproximado de 12 kilómetros.
Con esta medida de reducción de la velocidad máxima a 80 kilómetros por hora, que retardará el tiempo de recorrido del tramo afectado en menos de dos minutos según la DGT, se pretende reducir el importante aumento en el número de accidentes en ese tramo. Al respecto, Tolosa ha señalado que en los últimos cuatro años se ha incrementado la siniestralidad en un 120%, al pasar de 72 accidentes en 2012 a 159 en el pasado año 2015.
OTRAS MEDIDAS
Además de la colocación de los dos citados radares, se está trabajando en otra serie de actuaciones con el mismo propósito de reducir los accidentes de tráfico en la zona.
En concreto, el jefe Provincial de Tráfico ha destacado el refuerzo de la señalización vertical y horizontal en la zona, diversos tratamientos en el pavimento al objeto de conseguir mayor adherencia por parte de los vehículos; obras de mejora en las cunetas del tramo para paliar las consecuencias de la salida de la vía (evitar vuelcos), el incremento de la presencia de vehículos de la Guardia Civil de Tráfico así como del radar móvil y la inclusión de este tramo de la A8 en las rutas de patrullaje del helicóptero de la DGT, Pegasus.
Pasados los meses de verano en los que se produce un habitual incremento en las intensidades de circulación con motivo del turismo, los organismos implicados realizarán una valoración de las medidas adoptadas y su influencia tanto en las posibles retenciones en la zona, habituales los fines de semana veraniegos, como en las cifras de siniestralidad.