El objetivo es “impulsar la elaboración y aprobación de un proyecto normativo enmarcado en la necesidad de dotar al Mercado de Abastos de un marco jurídico propio que complemente, desarrolle y adecue las disposiciones normativas básicas a su funcionamiento y organización”, como señala el Ayuntamiento en nota de prensa.
La implantación de este tipo de regulación “aportará seguridad jurídica a los concesionarios y orden en el desarrollo de sus funciones”. Es por eso que esta Ordenanza “pretende generar los cambios que favorezcan la continuidad y crecimiento de estos espacios singulares, lleno de historia y cultura, de hábitos alimenticios, gustos y costumbres gastronómicas, forman parte de la riqueza patrimonial de la ciudad, enclavado en un lugar céntrico privilegiado, y que cuenta con pasado histórico, belleza arquitectónica, y que puede ser un gran recurso turístico”.
La existencia de un reglamento de organización interno obsoleto “hacía imprescindible ordenar el presente y el futuro del Mercado desde una visión moderna, realista, que favorezca la coexistencia de la historia, la tradición, los nuevos hábitos de consumo y la cultura que destila cada Mercado, con la oferta complementaria de productos y servicios que multipliquen la presencia ciudadana y produzcan sinergias con cada uno de ellos y con su área de influencia comercial”, explica la concejala del área, Nereida Diez,.
De la misma forma, explica que “la futura norma tiene por objeto la regulación de los aspectos esenciales para el correcto funcionamiento del mercado: criterios de acceso y selección, derechos y obligaciones de las partes, normas de uso, funcionamiento y régimen interno, así como el régimen sancionador oportuno”.
Desde el Consistorio “estamos trabajando en regularizar y actualizar la normativa municipal en lo que al Mercado de abastos concierne para adecuar esta normativa a la situación y necesidades del nuevo mercado”.
Por último, señala que “en nuestro compromiso de contar con la ciudadanía para avanzar en los ámbitos del municipio y fomentar la participación ciudadana, animamos a todas las personas que quieran aportar sus propuestas a esta ordenanza, con el objetivo de conseguir un mercado regulado, teniendo en cuenta todos los aspectos, desde un punto de vista moderno y que a la vez mantenga nuestro gran patrimonio”.
Evacuado el trámite previo de consultas, la unidad administrativa que tramita en expediente redactará el texto definitivo del proyecto de ordenanza, al que se incorporarán los informes preceptivos y se tramitará conforme a lo previsto en la Ley reguladora de las bases de régimen local; previo dictamen de Comisión Informativa se someterá al Pleno de la Corporación para su aprobación inicial, abriéndose posteriormente un plazo para presentar alegaciones o reclamaciones de 30 días, las cuales serán resueltas por el mismo órgano. La Ordenanza definitivamente aprobada se publicará en el Boletín Oficial de Cantabria y en la web municipal.