7 NOVIEMBRE 2016 /
Finalizada la semana de vacaciones en Cantabria, que recoge el calendario escolar, es noticia ahora la ‘huelga de deberes’ propuesta por la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) para que no se hagan las tareas escolares durante los fines de semana de este mes de noviembre.
A esta propuesta se ha sumado la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAPA) de Cantabria. La presidente de este colectivo, Leticia Cardenal es consciente del rechazo que esta medida ha provocado entre algunos sindicatos de profesores, pero “seguimos con lo nuestro”, aunque “nos hubiera gustado contar con la comunidad educativa al completo porque lo que queremos es debatir sobre un modelo educativo que hay que cambiar”.
Así lo ha dicho en Castro Punto Radio, poniendo el acento en la semana “aterradora” en lo que a deberes se refiere que han pasado algunos escolares cántabros. “Era uno de nuestros temores porque hay que ir avanzando materia y la forma más lógica que han encontrado es mandar una cantidad ingente de deberes y muchos exámenes a la vuelta de esas vacaciones, que no sabemos para quién han sido porque muchos niños no han descansado”.
Ante la ‘huelga de deberes’ de los fines de semana, las reacciones entre el propio alumnado son diversas. Tanto es así que “algunos lo ven bien y otros tienen miedo a reprimendas en los centros escolares si no llevan la tarea hecha”. Si hay consecuencias “veremos cómo las atajamos, pero esperemos que no sea así”.
Un tema que preocupa también a FAPA es el que tiene que ver con el gran peso que los niños cargan diariamente en sus mochilas, “portándolas durante horas”. La intención de este colectivo es abordar de lleno este asunto “antes de que acabe el actual curso”. La Federación de Padres y Madres de Alumnos defiende la puesta en marcha de la biblioteca de aula y las nuevas tecnologías “para reducir el peso que cargan los alumnos a sus espaldas y para rebajar también el desembolso económico que hacen los padres en libros”. Y es que, además, a estas alturas de curso hay libros que aún no se han tocado, recurriendo algunos profesores a otras plataformas, como los blogs. “Hay libros que no se usan prácticamente en todo el curso y otros que no se terminan, cuando hay ejemplares que cuestan 40 euros fácilmente”.
Cardenal ha insistido en que “todo eso tiene que desaparecer porque no podemos seguir en esta rueda”.