24 OCTUBRE 2017 /
El 13 de noviembre está marcado en el calendario como la fecha límite, en principio, para salvar el Hotel Miramar. Es el día en el que todas las partes afectadas están citadas en el Ayuntamiento para proceder al levantamiento del acta previa a la ocupación de los terrenos y la posterior demolición.
Muchas son las voces y colectivos que en los últimos días se han pronunciado a favor de mantener el edificio, defendiendo su importancia histórica y arquitectónica. El Grupo Alceda es una de las entidades que, desde hace tiempo, trabaja para que no se derribe el hotel. Se trata de un grupo independiente de personas que pertenecen a la sociedad civil de Cantabria. Profesionales de diferentes ámbitos cuyo interés es contribuir en el conocimiento, trabajo, aportación y la defensa del patrimonio en todas sus manifestaciones.
Hemos hablado en Castro Punto Radio con su presidente Aurelio González, que ha insistido en “el valor histórico y artístico del inmueble”, y en el hecho de que “tiene todas las características para ser indultado y salvado”. Lamenta que “ha sido muy mal tratado en los últimos tiempos y está muy feo”, pero “eso es solucionable”.
En general, González entiende que “Costas ha actuado inflexiblemente” y “es una pena que por un tema de papeleo y burocracia, frío y sin sentido de cariño hacia la tierra y el patrimonio, se decida que no cumple los requisitos 1, 2 y 3 y se debe tirar”. Ha hecho hincapié es el hecho de que “esto es mucho más que un papel y una oficina que lo haga desde Madrid. Es nuestro patrimonio y cultura y lo que va a hacer que las futuras generaciones de Castro se reconozcan en ese pueblo”.
Desde el Grupo Alceda reiteran que “tiene que haber más flexibilidad y, si la hubo para el Centro Botín, cómo no la va a haber para un hotel que el propio Revilla decía que era una pena tirarlo cuando se puede sacar un rendimiento para el pueblo”.
Se da la circunstancia de que “en España hemos firmado convenios internacionales con la Unesco y con diferentes convenciones para defender el patrimonio”. Por tanto, “esto choca con la sensibilidad que está en cualquier parte de Europa. Aquí parece que somos diferentes, que somos destructores”.
González tiene claro que “el Ayuntamiento debería haber realizado hace tiempo la petición de figura protectora para el hotel”. Ha lanzado una crítica también a Cultura del Gobierno de Cantabria, que “no tienen los catálogos de todo el patrimonio de la región. Mal podemos gestionar una riqueza si no sabemos dónde está ni lo que tiene. Cataloguen ustedes y se salvará todo aquello que tiene valor y que está en peligro”.
Con respecto al Miramar, el Grupo Alceda anima a seguir intentado evitar el derribo. “Los castreños tienen que luchar. Si ellos lo dicen con voz seria y rigurosa, alguien tiene que hacer caso. Nosotros les ayudaremos sin duda”.
Ha recordado cómo “la gasolinera que está al lado del Centro Botín y cuyo edificio tiene valor, tenía fecha de derribo, incluso a cinco días vista, y se salvó”. Por tanto, “hay que seguir intentándolo con el Miramar. Espero que los castreños digan: esto es nuestro y no nos lo pueden tirar”.