Oxana Kirichenko se estrenaba el pasado fin de semana como entrenadora del Loizaga Construcciones Los Chelines de balonmano femenino de División de Honor Plata, y lo hacía con victoria frente al Loyola.
Una gran conocida de este deporte en nuestro municipio, que vuelve a los banquillos castreños y con la que hemos hablado en Castro Punto Radio.
Ha reconocido que para ella esta nueva andadura “ha sido un poco inesperada”. Ha contado cómo, tras pasar por otros equipos, el año pasado decidió darse un descanso. De hecho, a comienzos de esta temporada rechazó varias ofertas. Sin embargo, “el Pachi Torre es como mi casa y la afición de Castro es muy buena. Me llamaron las jugadoras, muchas de las cuales entrené en cadete y juvenil, y me he animado a volver a trabajar con ellas. Por las jugadoras, por el club y por Castro”.
En estos primeros días al frente del equipo ha visto “unas chicas con un comportamiento muy bueno y muy receptivas a la hora de aplicar las indicaciones que iba dando”.
Ve “una buena preparación física y unos buenos fundamentos”, pero un banquillo muy justo en números. En este sentido, “fichar jugadoras de fuera es complicado aunque se intentará. Sin embargo, hemos hablado con las juveniles y, además de las dos que ya tenían ficha, hemos incorporado a otra y estamos pendientes de la decisión de una más. Les di minutos en el primer partido y la respuesta fue bastante buena, aunque son chicas todavía un poco verdes que, con trabajo, serán de muy buena ayuda”.
Kirichenko tiene claros los cambios que quiere realizar en la táctica. “Me gustaría jugar más con el pivote y finalizar jugada más con los extremos”. En defensa, “quisiera que fuera más agresiva y activa, pero para hacerlo así requiere mucho esfuerzo físico y se puede abordar sin tienes un banquillo largo, que no es nuestro caso . Por tanto, pretendo mejorar un poco esa defensa, no tanto en el concepto general, sino en algunos detalles”.
En los partidos sucesivos, “tenemos que intentar llevar el control del ritmo del partido con ataques largos, casi al borde del pasivo. A partir de ahí, ser realistas. Contra los los equipos a nuestro alcance, jugar al máximo desgaste; y contra los que son claramente superiores, intentar dar más minutos a las jóvenes e ir buscando practicar lo trabajado en los entrenamientos. Si perdemos que sea dándolo todo”.