El Real Racing Club de Santander es uno de los proyectos deportivos más longevos de España. Desde su nacimiento en el primer cuarto del siglo XX hasta la actualidad, el club ha tenido sus ascensos y descensos provisionales, glorias y horas de crisis. Buscar su historia significa entender sobre un espacio más de un siglo de fútbol en Cantabria, con destacado rol en la vida social de la región.
Mientras se habla de la vida cotidiana de la afición racinguista, no se puede dejar de notar cómo han evolucionado los hábitos recreativos desde la llegada de internet. Muchos de los aficionados visitan portales deportivos, mientras que otros recurren a espacios de entretenimiento digital que nada tienen que ver con el fútbol pero que denotan el cambio social. Ejemplo de eso es el éxito de plataformas de juego como spinmacho iniciar sesión, que pululaban de anuncios y foros en la primera década del siglo XXI. Se referir a este fenómeno ayuda a entender cómo el seguimiento de los partidos se entremezcló con el boom de nuevos espacios en línea, desarrollando un contexto cultural en el que se coexistía deporte y entretenimiento virtual.
Fundación y primeros años
El Racing fue fundado en 1913. El grupo de jóvenes santanderinos fundadores quería un equipo competitivo que representara a la ciudad en los partidos de campeonato regionales y nacionales. En 1914 recibió el reconocimiento oficial de la Federación Española, lo que le permitió disputar campeonatos con mayor frecuencia.
Durante los años veinte el club empezó a consolidarse. Utilizando diversos campos de juego en la ciudad y todavía con una estructura amateur, el equipo se enfrentaba a la oposición de otros conjuntos de las provincias del norte. Estos partidos marcaron la transición hacia un nivel de fútbol más organizado y concurrido.
La llegada de la liga
La creación del Campeonato Nacional de Liga en 1928 situó al Racing junto a los otros miembros fundadores de la Primera División. La campaña de 1928-29 fue la primera temporada en la que los santanderinos jugaron en la máxima categoría nacional. Terminar en la mitad de la tabla de la liga confirmó que podían mantenerse en la división.
En la década de 1930 el club tuvo sus mejores actuaciones de todos los tiempos. En la temporada 1930-31 ocupó el segundo lugar en Primera, igualado a puntos con el campeón, pero la diferencia de goles fue el criterio de desempate. Ese logro colocó al Racing a la vanguardia del fútbol español de entonces.
Interrupción y posguerra
La Guerra Civil suspendió la actividad deportiva. Al igual que la mayoría de los clubes, el Racing padeció pérdidas materiales y humanas. Después de reanudarse las competiciones, el equipo tuvo que reconstruirse con recursos escasos.
Durante las décadas de 1940 y 1950, el club experimentó altibajos. A pesar de la crisis económica, logró mantener una base social considerable. El estadio de El Sardinero se convirtió en sede habitual de los partidos, convirtiéndose en un referente para la ciudad.
Consolidación en categorías nacionales
La segunda mitad del siglo XX sufrió la habitual irregularidad del Racing. Se movió entre campañas en Primera y Segunda con constantes cambios de plantilla y técnico.
En 1988 se inauguró el nuevo estadio de El Sardinero, sustituyendo al antiguo campo histórico. La modernización de las instalaciones fue de la mano de un período de cierto resurgir deportivo. Los resultados fueron irregulares, pero el club se convirtió en un clásico del fútbol español con una afición muy entregada.
El Racing en los años noventa
La década de 1990 constituyó un momento de relativa estabilidad. En 1993 el club fue ascendiendo a Primera División y estuvo en la división durante varias temporadas seguidas, una de las mayores rachas en la vida del club en la élite.
Durante la década, el Racing tuvo algunos de los mejores futbolistas de la época que marcaron un hueco en la liga española. El Sardinero se volvió acostumbrado a ver llegar a los grandes clubes del país cada año. A pesar de que el club no ganó títulos, consiguió hacerse un rival respetado en su categoría.
El comienzo del siglo XX
El arranque del nuevo siglo trajo contrastes. En 2001 el club descendió a Segunda, pero al año siguiente regresó a Primera. Esa dinámica de subidas y bajadas se repitió con frecuencia.
En 2008 se alcanzó un hito histórico con la clasificación a la Copa de la UEFA por primera vez. Su participación internacional colocó al Racing en un escaparate europeo y fue un motivo de especial orgullo para los aficionados. Sin embargo, el desgaste económico y deportivo pronto se hizo evidente.
Crisis institucional y deportiva
Desde 2011 el club cayó en una de sus épocas más complicadas. Las operaciones económicas crearon deudas importantes. La a plantilla tuvo recortes importantes y las categorías inferiores también fueron perjudicadas.
En 2013, en el año de su centenario, el Racing vivió un momento simbólico de desafío cuando los jugadores se negaron a disputar un partido de la Copa del Rey como protesta contra la situación del club. Este acto reforzó la imagen de unidad entre la plantilla y la afición.
El club descendió hasta la Segunda B, una división que no había pisado en décadas. La recuperación fue lenta, pero el apoyo popular permaneció intacto.
Camino de recuperación
Los últimos años vieron al Racing trabajar para estabilizarse. Aun con una base social por encima de los 10.000 abonados en algunas temporadas hace relativamente poco tiempo, el club mantiene una afición fiel.
El regreso a Segunda División fue un avance, pero la lucha por reconquistar la plaza en Primera es todavía una cuestión pendiente. El fútbol femenino y las divisiones inferiores son también blanco de la estrategia de consolidación del club como referente regional.
Jugadores destacados
A lo largo de su historia, el Racing ha contado con futbolistas que han dejado su marca. Sin deber caer en comparaciones, nombres como los siguientes son inevitables al hacer un recorrido por las plantillas:
Paco Gento, quien comenzó en el Racing para triunfar después en el Real Madrid.
Pedro Munitis, jugador cántabro que estuvo en el club en diferentes etapas.
Iván de la Peña, formado en Santander y fichado por el Barcelona pero con un papel clave en años de estabilidad.
Pedro Alba, destacado personaje en las décadas centrales del siglo XX.
Colsa, capitán en épocas recias y símbolo de compromiso.
Datos relevantes
Año | Acontecimiento |
1913 | Fundación del club |
1928 | Club fundador de la Primera División |
1931 | Subcampeón de Liga |
1988 | Inauguración del nuevo estadio de El Sardinero |
1993 | Inicio de la racha de temporadas en Primera |
2008 | Clasificación para la Copa de la UEFA |
2013 | Centenario del club y protesta en Copa del Rey |
El Racing en la sociedad cántabra
Más allá de los logros deportivos, el Racing de Santander se considera a sí mismo un emblema de Cantabria. Los niños que han crecido visitando El Sardinero a lo largo de generaciones han transmitido un vínculo afectivo que convierte al club en parte de la vida cotidiana de la ciudad.
Los colegios, las peñas y los medios locales han contribuido a mantener al Racing en la discusión pública. En una región menos poblada que los otros territorios de España, el club es un factor de cohesión.
Desafíos del futuro
El Racing tiene varios desafíos para superar:
Consolidar un modelo económico estable que permita competir sin poner en riesgo la estabilidad.
Reforzar la cantera como vía de desarrollo deportivo principal.
Fortalecer la visibilidad del fútbol femenino y darle continuidad.
Reivindicar un lugar sólido en la élite del fútbol del país.
Estos objetivos requieren planificación, apoyo institucional y la lealtad de la afición.
El Real Racing Club de Santander ha sobrevivido a más de un siglo de historia con momentos de victoria, períodos de dificultades y una sola constante: el apoyo de sus fieles seguidores. Desde su fundación en 1913 hasta las agonías actuales, el equipo es un reflejo del camino de muchas instituciones deportivas que han tenido que levantarse para afrontar los cambios sociales, económicos y deportivos.
El futuro estará en función de ser capaces de mantener la identidad, de gestionar los recursos con responsabilidad y de seguir ofreciendo a Cantabria un equipo que haga representativo al territorio a nivel de fútbol español.