14 AGOSTO 2018 /
El concejal responsable de la Residencia Municipal, José Ángel Uriarte, ha explicado los motivos por los que el equipo de Gobierno ha decidido habilitar un albergue de peregrinos auxiliar en un edificio del recinto de la Residencia Municipal.
En declaraciones a Castro Punto Radio ha detallado que “todos los verano se satura el albergue municipal y este 2018 no iba a ser menos”. De hecho, “desde principio del mes de junio, la persona que se encarga del albergue nos trasladó que empezaba a saturarse y que no cabían los peregrinos”. En aquel momento, “aun encontraban alguna pensión pero, a mediados de julio el problema era ya tremendo porque los peregrinos llegaban y no tenían donde alojarse al estar completos todos los establecimientos”.
El concejal ha resaltado que, “teníamos un problema grave que tratamos de solucionar en algún momento mandándoles al polideportivo Pachi Torre con algunas colchonetas. No obstante, lo tenía que abrir la Policía, los peregrinos se marchaban hacia las 7 de la mañana, pero el servicio de limpieza empezaba una hora antes y no podía limpia. En definitiva, había dificultades”.
Uriarte ha informado que “el lunes día 6 de agosto se quedaron 34 peregrinos fuera del albergue municipal, el miércoles fueron 29, más todas aquellos a los que se les había dicho que no tenían plaza y se habían buscado la vida; el jueves fueron 50 y el viernes decidimos que había que buscar una alternativa de emergencia porque no podíamos dejar a la gente en la calle y tener el peor albergue de toda Cantabria, como le he oído a algún peregrino”.
Por eso, el concejal de Turismo, Humberto Bilbao, y el propio Uriarte comenzaron a estudiar alternativas. “Una era la estación de Mioño, pero tenía el problema de la gestión porque aquello está muy en el campo”. Se pensó entonces en el edificio ubicado en el recinto de la Residencia Municipal, “que no se usa para nada”.
Uriarte ha explicado que se trata de un inmueble “que tiene duchas, aseos y vestidores en la planta baja y, en la primera, había muebles en desuso, cuadros viejos y cosas que se podían sacar de allí”. Así se hizo y se habilitó el edificio con camas y colchonetas, “como una salida provisional y de emergencia ante la saturación del albergue municipal”. Esa situación de provisionalidad la ha dejado clara el concejal, que ha señalado que, “a partir de mediados de septiembre, entendemos que el municipal será suficiente como para hospedar a todos los que vengan y no tendremos que usar la Residencia”.
En el momento en el que pase esta avalancha de asistencias del verano, “tendremos que pensar en hacer otra cosa mejor porque hay que solucionar los problemas a la gente que pasa por Castro, que se tiene que llevar buena imagen del municipio si queremos que sea turístico. No podemos tener las instalaciones que tenemos en el albergue municipal, que es muy pequeño”.
Uriarte ha sido claro a la hora de asegurar que no han comunicado nada al respecto de este albergue provisional al Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) “porque en ningún momento hemos pensado que tuviéramos que hacerlo, ya que entiendo que, tanto el edificio en cuestión como la finca de la Residencia son del Ayuntamiento y del municipio. Tenemos 23 camas concertadas con el ICASS, que paga por esos 23 residentes, y no hay más contacto”. Tampoco se consideró necesario cursar consulta a los técnicos municipales.
Al que sí se trasladó esta intención de ubicar a los peregrinos en este edificio fue al director de la Residencia que, según ha reconocido Uriarte, “en ningún momento lo vio claro”. Aun así, “nosotros creíamos que no íbamos a molestar a los residentes y así ha sido. Hay muchos residentes que, en este momento, no saben que entran los peregrinos, que son gente muy educada en general y no van armando jaleo por ahí”.
CONTESTACIÓN A ANA URRESTARAZU
Fue la concejala del PP, Ana Urrestarazu, la que criticó, en sus redes sociales primero y después en Castro Punto Radio, que “CastroVerde ha convertido en albergue de peregrinos una parte del recinto de las Residencia”. Trasladaba también la edil popular un episodio en el que, según relataba, “algunas personas que pasaban por la zona, vieron cómo Humberto Bilbao y José Ángel Uriarte trataban de entrar en este edificio en cuestión y, al no poder porque había algún problema en la cerradura, se dedicaron a dar patadas a la puerta. Al escuchar ruidos, algún vecino llamó a la Policía que, cuando llegó se encontró a los dos concejal intentado abrir”.
Para Uriarte, “se ha montado un espectáculo de todo este asunto del albergue, sobre todo cuando las elecciones están ya cerca”. Considera que es “una mala forma de hacer política” y ha asegurado que “estoy muy resentido con las declaraciones de Urrestarazu, que ha bajado mucho en mi consideración porque ha contado hechos que no ha presenciado, que no se ha molestado en verificar y creo que son declaraciones desde la ignorancia o desde la mala fe. Prefiero pensar que ha sido lo primero”.
En este punto, Uriarte ha explicado el episodio de la cerradura, dejando claro de antemano que “yo no estaba allí, sino en Laredo”. Lo que sucedió ese día, según el concejal de CastroVerde, fue que “para poner en funcionamiento el albergue auxiliar se contrató un servicio de limpieza y, cuando esos trabajadores terminaron, dejaron las puertas abiertas para que ventilara. Mientras el encargado del albergue estaba fuera hablando con el responsable de la empresa de limpieza, alguien cerró las puertas de los dormitorios y de las duchas con llave y echó cola”. Un persona que “tenía que saber dónde estaban las llaves de esos dos sitios y acceso a ellas”.
Por eso, “cuando fueron a abrir no pudieron y Humberto Bilbao lo que hizo fue llamar a un cerrajero, que hizo su trabajo y tuvo que dar algún martillazo. Mientras tanto, alguien de la Residencia llamó a la Policía diciendo que allí había un escándalo terrible. No era otra cosa que los golpes que estaba dando el cerrajero”.
Ha lamentado Uriarte que “el primer ataque a esos peregrinos y a la puesta en marcha de un lugar donde hospedarlos ha venido desde dentro de la Residencia y no desde fuera. No sé si trabajadores familiares o quien sea, pero desde dentro”.
En las imágenes, el concejal y un plano de la zona en la que se encuentra el albergue auxiliar y el punto por el que acceden los peregrinos, detrás del tanatorio. Uriarte ha explicado que no se puede acceder por esa puerta sin la llave que tiene el responsable del albergue.