La alcaldesa de Castro, Susana Herrán, ha lanzado un ultimátum al Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS). O garantiza que el Centro de Día de Castro va a seguir en funcionamiento en su actual ubicación a partir del 1 de enero, o el Ayuntamiento no realizará el cambio de uso necesario para que se pueda ejecutar la obra que convertirá el edificio también en residencia de mayores.
La alcaldesa da de plazo para poner solución al asunto hasta el 22 de diciembre. Y es que ese día será cuando se convoque el pleno ordinario correspondiente a este mes, en el que uno de los puntos del orden del día será precisamente el cambio de uso de la parcela. “Si no se toman las medidas oportunas por parte del ICASS, el Ayuntamiento se negará a aprobar el cambio de uso”. No ha hablado con el resto de grupos municipales, pero confía en que “todos apoyen esta medida”. Si no se otorga ese cambio de uso, “el proyecto de reforma no se va a poder llevar a cabo y el edificio tendrá que ser usado para lo que se cedió el terreno en su momento, que fue para Centro de Día”.
Entiende Herrán que “ha pasado tiempo suficiente parta haber dado solución a este problema que ha creado el ICASS y, con todo el dolor de mi corazón, tengo que tomar esta decisión, que es dura, porque es un proyecto bueno para el municipio, pero las cosas hay que hacerlas bien y no crear un problema donde no lo había”.
Ha defendido que “hemos actuado de forma responsable y prudente, poniendo sobre la mesa distintas fórmulas para dar continuidad al servicio y, a 15 de diciembre, no podemos mantener esta incertidumbre”.
Ha añadido que le consta que la Consejería de Políticas Sociales “está trabajando en una nueva licitación para la gestión de la instalaciones, pero eso lleva sus trámites y el ICASS tiene que tomar cartas en el asunto”.