16 MARZO 2016 /
La concejala de Turismo, Patricia Camino, acompañó ayer a representantes de la Consejería en un recorrido de varias horas por el Camino de Santiago a su paso por Castro Urdiales. Aprovechó la cita para trasladar al Gobierno de Cantabria aquellas pequeñas intervenciones que desde el Ayuntamiento entienden es necesario llevar a cabo a lo largo del recorrido.
Desde Cultura se pidió al Consistorio que fuera detectando las deficiencias y las trasladara por escrito para tratar de llevar a cabo algunas actuaciones. Esas deficiencias se remitirán aunque la edil adelantó ayer alguna de ellas a los representantes de la Consejería de Turismo.
Camino ha explicado en Castro Punto Radio que “hemos visto en todo el recorrido por las pedanías que los carteles informativos están muy deteriorados y no se puede leer en condiciones”. Por eso, para la concejala sería interesante “reponer eso”. Del mismo modo, “vimos que falta en algunos tramos parte del vallado o del mobiliario urbano y necesita una pequeña intervención”. Se habló también sobre la señalización que “está bien pero tenemos un problema en zonas en las que se ha usado pintura amarilla, la oficial del Camino, para crear rutas alternativas, a veces, por particulares porque le interesaba que la ruta pasase por un determinado bar o establecimiento. Esas marcas están descontextualizadas y habría que retirarlas para confundir lo menos posible”.
El objetivo de la ruta realizada ayer era la de que la Consejería pudiera recoger documentos gráficos del recorrido y los hitos que hay a su paso para realizar una posterior promoción en la web que se pretende poner en marcha sobre el Camino de Cantabria en Cantabria. Camino ha explicado que “nosotros pusimos el énfasis y les llevamos a aquellos sitios que creemos que son más vendibles”.
REGULARIZACIÓN DEL CEMENTERIO
Al margen de este asunto, desde el Ayuntamiento se sigue trabajando en la regularización de concesiones en el Cementerio de Ballena. Como ha contado la edil, a día de hoy hay unos 110 nichos por regularizar, que se unen a otros 66 que se encuentras en una situación distinta porque “son, sobre todo, nichos que proceden de los años 70-80 y no sabemos los motivos por los que en aquel momento se enterraba en el cementerio, no se pagaban las tasas y hay incluso nichos que están ocupados pero no tienen ni lápida”. Con todo, “no sabemos si quiera a quién dirigirnos”.