El presidente de la Asociación de Hostelería de Cantabria, Javier Bedia, y la consejera de Turismo, Eva Guillermina Fernández, mantuvieron una reunión ayer para abordar las principales preocupaciones del sector. Un encuentro del que ambos salieron satisfechos y destacando la buena sintonía.
Entre los mayores problemas que trasladó la asociación está el de “las viviendas ilegales de uso turístico que generan un perjuicio económico pero, sobre todo, de imagen. No se dan unos servicios en condiciones y, al final, el vecinos que tiene que soportar en su comunidad uno, dos o cuatros pisos de este tipo, se enfada y se cabrea. No hay registro de viajeros ni control alguno”, señalaba Bedia.
Los datos que maneja Hostelería “arrojan que rondamos las 10.000 viviendas de uso turístico en Cantabria, de las cuales apenas un 16% están legalizadas”. Ha recalado que “antes de llegar a generar un mayor problemas, eso hay que acotarlo e intentar buscar soluciones”.
Precisamente en esta línea, la consejera aseguraba que la prioridad de su departamento es regular y ordenar estas viviendas y anunciaba que la Dirección General de Turismo empezará a trabajar desde ya en un nuevo decreto que frene la proliferación de alojamientos ilegales. No ha marcado una fecha concreta para su puesta en marcha “porque hay que trabajarlo, consensuarlo y someterlo a los trámites ordinarios”, pero sí decía que “que remos no tener que pasar otro verano sin él. AL menos es límite lo tenemos”.