El Gobierno de Cantabria, junto al Ministerio del Interior puso en marcha el pasado martes el sistema Es-alert de aviso de situaciones de riesgo a los móviles de la población en el entorno de la bahía de Santander, La acción, que está orientada a que los ciudadanos se familiaricen con la herramienta, forma parte de un simulacro en el que los servicios de emergencias de todos los niveles institucionales se ejercitarán en la resolución de un incidente grave.
Con este objetivo, el Ejecutivo cántabro envió una notificación a los teléfonos móviles de la población de la zona. Esta herramienta permite el envío masivo e inmediato de avisos de alerta a las personas que se puedan verse afectadas por una emergencia o catástrofe, a través de la remisión de mensajes a sus teléfonos inteligentes conectados a las antenas incluidas en el área geográfica determinada por el Servicio de Protección Civil y Emergencias del Gobierno de Cantabria.
La prueba consiste en la emisión de una notificación similar a un mensaje de texto, que ocupa toda la pantalla del smartphone y va acompañada de un pitido y de la vibración del móvil, que se activan incluso si los teléfonos están silenciados, bloqueados, o en modo ‘No molestar’, ante la necesidad de lectura en aquellos casos en los que se produzcan riesgos reales.
La directora de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de Cantabria, Mónica Escobedo, ha explicado en Castro Punto Radio que “dentro del sistema de Protección Civil, uno de los pilares es la prevención y la autoprotección”, afirmando que dentro de sus competencias está “el divulgar y enseñar a la población que, cuanto más preparada esté con los riesgos que le rodean, más avanzados seremos. Es un empeño que tenemos desde Protección Civil”, añadía.
La directora detalla cómo, en colaboración con todas las administraciones, trabajan diariamente preparando estos simulacros con análisis externos e internos. Además de los simulacros por fenómenos provocados por el ser humano, «también organizan evacuaciones en los colegios por riesgo de incendio o inundaciones”.
Escobedo ha descrito la planificación que llevan a cabo antes de iniciar cualquier simulacro y además de “ponerse en contacto con la Administración del Estado, Ayuntamientos, empresas”, siguen un mapa de riesgos, donde tienen localizados todos los elementos “que podrían conllevar algún tipo de peligro”.
“Dependiendo de los planes, los riesgos químicos, por ejemplo, tienen que hacerse cuatro anuales. Se habla con las empresas y se cuadra cuándo hacerlos”, y de hecho, ha destacado lo efectuados en Castro Urdiales, en concreto en Derivados del Flúor, en Ontón.
Mónica Escobedo se ha referido a las alertas por riesgos químicos como “las que precisan una intervención más inmediata”.
Tras las inundaciones provocadas por la Dana en la Comunidad Valenciana, la responsable cántabra de Seguridad ha aclarado que “aunque en nuestra comunidad no suele darse el caso de estos fenómenos, hay que ensayar y promover este tipo de sucesos y así estar preparados”. Igualmente, la AEMET tiene su sistema de alertas y “cuando los valores de las precipitaciones suben a amarillo o naranja, avisan a las administraciones”.