El Ayuntamiento de Castro Urdiales, a través de la Concejalía de Cultura, organiza por segundo año consecutivo el Concierto de Año Nuevo a cargo de la Orquesta Sinfónica del Cantábrico (OSCAN), que tendrá lugar el próximo sábado 3 de enero a las 8 de la tarde en la Iglesia de Santa María, con entrada libre hasta completar aforo.
Bajo la batuta de Paula Sumillera, la Orquesta ofrecerá un programa festivo para todos los públicos con música de ‘El cascanueces’ de Tchaikovsky y los tradicionales valses y polkas de la familia Strauss, entre otras obras.
“En un municipio con tan larga tradición y pasión por la música, apostamos por una propuesta de calidad para dar la bienvenida a 2026 por todo lo alto”, señala la concejala del área, Elena García. “Este concierto complementa la programación musical navideña que ofrecen los coros y agrupaciones castreñas, con las dos citas de los sábados 20 y 27 de diciembre en la Iglesia para cantar y tocar villancicos, y las que ofrecen en estas fechas por las juntas vecinales”, comenta.
La OSCAN recala en Castro Urdiales dentro de un recorrido que la llevará a dar conciertos de Año Nuevo también en Torrelavega y Santander, “con un programa que combina tradición, brillantez orquestal y un marcado carácter festivo”.
El repertorio incluye la ‘Suite n.º 1 de El cascanueces’, de Piotr Ilich Tchaikovsky, y una selección de valses y polkas de Johann Strauss padre e hijo, con títulos emblemáticos como ‘El Danubio Azul’, el ‘Vals del Emperador’ y ‘Trisch-Tratsch-Polka’, “piezas que se han convertido en referentes habituales de los conciertos de Año Nuevo por su carácter elegante y celebratorio”.
Junto a estas obras, la OSCAN interpretará la ‘Danza Húngara n.º 5’ de Johannes Brahms, inspirada en melodías populares centroeuropeas, así como ‘La máquina de escribir’, de Leroy Anderson, una partitura de marcado carácter lúdico que introduce un componente rítmico y escénico fácilmente reconocible por el público.
El concierto se cerrará con ‘Selección de Navidad’, del compositor Juan Carlos Márquez, concebida como un broche final para compartir el ambiente festivo con el público de todas las edades.
“La música está pensada para celebrar y para reunir al público en torno a un repertorio muy reconocible. Es una propuesta cercana que nos permite demostrar la versatilidad de la orquesta”, señala Paula Sumillera, directora musical de la OSCAN.
