19 MARZO 2018 /
Tras la aparición este fin de semana de dos delfines muertos en las playas castreñas de Ostende y Oriñón, hemos querido conocer el protocolo de retirada de los cadáveres que se sigue desde la Consejería del Medio Rural del Gobierno de Cantabria, teniendo en cuenta que han permanecido en la zona hasta hoy lunes que se han retirado.
Al respecto de este asunto, el jefe del Servicio de Biodiversidad y Conservación de la Naturaleza de la Consejería, Ángel Serdio, ha explicado en Castro Punto Radio que “una vez se detecta la existencia de un cetáceo muerto en una playa, acuden los guardas a determinar la especie, el estado en el que está y a certificar su defunción. Se perimetra y, tras comprobar que la permanencia del cadáver allí no supone ningún riesgo, se cursa aviso al servicio de recogida”. Un servicio que “no actúa los sábados ni los domingos”, de ahí que haya habido que esperar hasta hoy lunes.
Sin embargo, Serdio ha dejado claro que “es importante la evaluación de la emergencia que se hace in situ”. De este modo, “si la permanencia del cadáver allí supusiera algún problema, porque estuviera en estado de descomposición o porque fuera temporada de playas, por ejemplo, se hubiera retirado”. No siguiendo el protocolo habitual de traslado al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Villaescusa, lo que debería seguir teniendo que esperar al lunes, sino “retirando el animal a otro espacio temporal que no ocasione problemas”.
El protocolo que sigue ese servicio de recogida de cadáveres animales, que trabaja de lunes a viernes, consiste, en el caso de cetáceos de tamaño manejable como éstos, en recoger el ejemplar, llevarlo a Villaescusa “donde se realiza una primera autopsia y se recaban datos científicos. Después se procede a la destrucción del cadáver en el vertedero de Meruelo”.
Si la especie “tuviera interés científico o alguien considerase que el esqueleto pudiera tener interés para una exposición, en el propio Meruelo hay un área donde se entierran los retos para después poder limpiarlos y recuperar el esqueleto”.
Este experto ha asegurado también que “estamos en época de migraciones y es habitual, en estas fechas, que haya animales que abandonan el grupo porque no tienen capacidad para seguir al resto. Vienen a morir a las playas o les arrastran las mareas. Es un fenómeno natural y en Cantabria se da una media de 20-25 casos al año”.
Ha dejado claro también que “la competencia en cuanto a la recogida de animales muertos del casco urbano es de los ayuntamientos”, aunque “nosotros prestamos este servicio que entendemos que es necesario”.