La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha anunciado un “acuerdo histórico” entre la Consejería de Salud y los profesionales sanitarios para garantizar la continuidad de la asistencia durante todo el verano en el Hospital de Laredo, que no volverá a padecer los problemas que ha venido sufriendo en los tres últimos años.
“Este verano no habrá ningún recorte de servicios en este hospital. Habrá normalidad asistencial”, ha asegurado Buruaga en la visita que ha realizado hoy a este centro hospitalario comarcal, donde ha explicado que el acuerdo alcanzado es fruto del diálogo, la negociación y la voluntariedad de 25 anestesistas de Valdecilla que van a cubrir siete guardias al mes en Laredo, al mismo tiempo que los anestesistas de Laredo realizarán actividad ordinaria en Valdecilla para paliar los efectos de las libranzas de esas guardias.
Buruaga ha señalado que, “frente a la imposición, por la vía del diálogo y la negociación”, el Gobierno de Cantabria ha sido capaz de llegar a un acuerdo para garantizar la cartera de servicios de este hospital en época estival, en contraste con lo vivido en los años 2021 y 2022, cuando se suspendieron los partos por la falta de anestesistas, o el “grave conflicto” que el pasado año originó la decisión de la anterior administración sanitaria de obligar a los anestesistas de Valdecilla a hacer guardias en Laredo, lo que provocó la suspensión de la actividad extraordinaria y repercutió en el aumento de las listas de espera.
“Nosotros apostamos por la planificación, la gestión y el consenso profesional”, ha insistido la presidenta a la hora de valorar una colaboración entre estos dos hospitales que, además, “no se queda aquí”, sino que se extiende también a otras especialidades sanitarias.
Así, ha informado que desde el pasado 8 de abril están pasando consulta en Laredo seis neurólogos de Valdecilla y se ha reforzado el servicio con la contratación de un especialista, al que se sumará otro más en junio. Del mismo modo, los pacientes pendientes de consulta en Neumología están siendo ya derivados a Valdecilla desde mayo para reducir la lista de espera en este ámbito, iniciativa que se pretende ampliar próximamente a Reumatología y Oftalmología.
Por todo ello, María José Sáenz de Buruaga ha reconocido el “compromiso con una asistencia sanitaria pública, equitativa y de calidad” de los profesionales de ambos hospitales y también de Sierrallana, que igualmente se han comprometido a colaborar, si fuera necesario.
Sobre la falta de personal sanitario que viene arrastrando el Hospital de Laredo en los últimos años, que se ha convertido en un “problema estructural”, ha recordado que el Gobierno está adoptando ya medidas para atraer facultativos en las especialidades que son deficitarias, consolidar la plantilla y cubrir las necesidades asistenciales del hospital. En este sentido, se ha referido al acuerdo adoptado en la Mesa Sectorial de Personal Instituciones Sanitarias, que establece las plazas de difícil cobertura y asocia incentivos para su cobertura o contratación.
Asimismo, ha añadido que la Consejería de Salud está también buscando soluciones para reducir la presión asistencial que en estos momentos tienen los profesionales de urgencia. “Es algo que nos preocupa y nos ocupa”, ha subrayado.
La visita de hoy de la presidenta se enmarca dentro las jornadas de puertas abiertas organizadas por el Hospital de Laredo para dar a conocer a la ciudadanía el nuevo bloque quirúrgico, visita que Buruaga ha aprovechado para adelantar que las instalaciones entrarán en funcionamiento el próximo 3 de junio, con cinco quirófanos para actividad programada y uno para urgencias.
Tal y como ha explicado, la primera fase del plan director, que ha consistido en la construcción de un anexo de casi 5.900 metros cuadrados en el que se ubican los quirófanos y la unidad de reanimación, está ya terminada, unas obras que han tardado nueve años en ejecutarse -el proyecto se redactó en 2015, siendo Buruaga la consejera de Sanidad- y que han requerido una inyección adicional de 200.000 euros para superar los obstáculos que las mantenían “paralizadas” -en cuatro años se han suspendido temporalmente tres veces-.
“No ha sido fácil llegar hasta aquí. Desde que llegamos al Gobierno ha sido una odisea corregir esos errores en el diseño de la construcción. Pero por fin podemos decir que son una realidad”, ha apuntado.
A juicio de la presidenta, las nuevas instalaciones marcan “un antes y un después” en el Hospital de Laredo, que se encamina, a partir de ahora, hacia un nuevo futuro con una nueva política de recursos humanos diseñada para “fidelizar la plantilla y hacer atractivo profesionalmente el centro” y “con más y mejores instalaciones sanitarias”. En este punto, ha confirmado que el Gobierno tiene ya presupuestada y acometerá “lo antes posible” la segunda fase del plan director, con una inversión de cerca de 1,5 millones de euros.