7 DICIEMBRE 2015 /
Las rejas del lateral de la Iglesia de Santa María, que fueron arrancadas el pasado 18 de octubre y esparcidas por las inmediaciones en un acto vandálico cuyos autores se desconocen, serán reparadas próximamente por la Parroquia castreña.
El presupuesto asciende a 4.000 euros, y el herrero encargado del trabajo comenzará en breve con la restauración y colocación de estos elementos, ubicados en el pórtico de acceso a la “Puerta de los Hombres”.
De hecho, la Parroquia de Castro Urdiales está decidida a colocar cámaras de seguridad en el templo, y con ese fin han mantenido encuentros con la concejala Patricia Camino y se están realizando los estudios oportunos y barajando las diferentes posibilidades. Así lo ha asegurado en Castro Punto Radio el párroco Sergio Llata que ha señalado, no obstante, que “hay que darle tiempo” a un asunto cuyos gastos tendría que asumir la propia Parroquia, al no existir ningún tipo de subvención pública para tal efecto pese a tratarse de un monumento protegido.
Algo que sorprende a Llata que ha añadido que, a día de hoy, los gastos de luz y horarios con motivo de los actos culturales que se celebran en la iglesia, se pagan también con las aportaciones que hacen los fieles. “Hace dos legislaturas había un convenio con la Concejalía de Cultura para todo esto pero hoy no recibimos nada de nada”.
Con respecto a las cámaras de seguridad, “estamos barajando diferentes posibilidad para grabar la zona del pórtico y a ver si podemos grabar también en el exterior, la parte de muro”, controlando así los actos vandálicos que se pudieran cometer contra este patrimonio.
Lo que sí se llevará a cabo a la mayor brevedad posible es la sustitución de las rejas del lateral de la Iglesia de Santa María, que fueron arrancadas el pasado 18 de octubre.
Será la parroquia la que se encargue de pagar esta reparación, que asciende a unos 4.000 euros, con el IVA incluido. En concreto, se ha pedido un presupuesto al herrero que contempla 778 euros para los barrotes que hay que reponer y 3.050 euros para la colocación y cepillado, “porque repararíamos ya todo el resto de las verjas”.
Llata ha explicado que el Obispado tiene contratado un seguro de responsabilidad civil para todas las parroquias pero no contempla los actos vandálicos por lo que “nos toca a nosotros hacer frente a esos gastos”.
Gastos que se suman al dinero desembolsado en las obras de rehabilitación de los bajos parroquiales, unas dependencias en las que se han cambiado los accesos “de tal modo que los despachos y Cáritas quedan a una mano, las aulas de catequesis por otra y se han saneado las humedades, hay soleras nuevas, dobles techos, extracción de aire, se ha aislado con unos ventanales nuevos y se ha hecho una intervención profunda y necesaria”.
Queda por terminar una parte, “que era la última y menos necesaria” y que consistirá en habilitar una sala multiusos que va a quedar donde estaba antes Cáritas.