13 MARZO 2018 /
Como ya informamos ayer, la Consejería de Presidencia y Justicia del Gobierno de Cantabria ha publicado el anuncio de licitación de la obra de reforma y rehabilitación de la casa del cura de Santullán para convertirla en albergue de peregrinos y oficinas administrativas de la Junta Vecinal. Unos trabajos que cuentan con un presupuesto base de licitación, con el IVA incluido, de 240.753,30 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
Al respecto de este asunto hemos conocido todos los detalles en Castro Punto Radio de la mano de la directora general de Turismo, Eva Bartolomé. Como ha explicado, el de Santullán será un albergue que contará con “habitación con literas, pero sin ser un número excesivo para dar un poco de privacidad; baños separados entre hombres y mujeres; recepción, cocina y zona de comedor. Sin grandes excesos y lujos, pero que reúna los requisitos necesario que den comodidad al peregrino”.
El número de plazas disponibles va a depender del equipamiento, “que no está incluido en este proyecto, que es exclusivamente de obra civil”. Por tanto, el mobiliario “tendrá que esperar a los presupuestos de 2019. Hoy por hoy, no tenemos partida para eso”. Sí existe “una partida de 200.000 euros para subvenciones destinadas a albergues, dentro de las cuáles podría tener cabida ese equipamiento. Ahora bien, la compra debería realizarse por otra entidad (ayuntamiento, junta vecinal…) y pedir subvención”.
No obstante, “el plazo de ejecución de las obras es de seis meses y, contando todo el proceso de adjudicación, agotaremos este año 2018”, con lo que se podría esperar a una partida en los presupuestos de 2019. Con todo, Bartolomé calcula que “para la primavera del año que viene pueda estar en funcionamiento”.
En cuanto a la obra, “contempla el acondicionamiento de la primera y segunda plantas” de esta casa del cura. Se rehabilita para acoger un albergue, “con la posibilidad de que se puedan usar habitaciones libres del edificio para otros usos”.
Según la directora general de Turismo, con esta intervención “se persigue poder ofrecer un albergue de peregrinos moderno y que se ajuste a las necesidades y a la normativa. Que cuente con una serie de servicios garantizados para que los usuarios tengan la tranquilidad de que van a llegar a un sitio que reúne las condiciones mínimas”.
Eso es lo que “hemos estado haciendo últimamente con los albergues que ya existían y acondicionando nuevas plazas donde veíamos que realmente había una necesidad, como es este caso”.
En este sentido y preguntada al respecto del edificio de la antigua estación de Otañes, que está rehabilitado, y la posibilidad de que pudiera convertirse en albergue, Bartolomé ha reconocido no tener datos de este inmueble, pero ha señalado que “es importante que seamos conscientes de que no podemos sobredimensionar la oferta. Está creciendo exponencialmente el uso del Camino del Norte por parte de los peregrinos, pero hacer una oferta masiva tampoco es bueno”. Y es que, “muchos peregrinos quieren otro tipo de alojamiento también, como pensiones u hospedajes rurales”.
SEÑALIZACIÓN DEL CAMINO DE SANTIAGO
Al margen de este asunto y sobre la señalización del Camino de Santiago a su paso por el municipio de Castro Urdiales, ha informado que “la básica ya está completa y el problema estaba en la zona de Ontón, donde hemos tenido ciertas dificultades para poder hacer la señalización coincidiendo con el camino, que es intangible. Hay un trazado oficial, aprobado por la Unesco, y es ahí donde deben ir las señales oficiales. Ha habido modificaciones debido a carreteras o urbanizaciones que han hecho necesario que se revise la señalización. Hoy por hoy, nos falta ese tramo en Ontón. Hemos solicitado una autorización para dar una alternativa a la señalización, pero hemos detectado que los peregrinos no tienen problemas de perderse en esa zona”.
No obstante, “la señalización se tiene que completar y contamos con tres opciones que hay que estudiar para ver cuál es la más útil”.
Por lo demás, “este año vamos a desarrollar otra iniciativa, que ya hemos licitado para el Camino Lebaniego y que haremos lo propio con el de Santiago”. Consiste en la instalación de tótems en cada municipio por el que pasa el camino. “Pretenden ser un aviso para que el peregrino sepa en qué municipio está y lo conozca. Por eso, en el reverso del tótem hay información turística y al respecto de la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Queremos que estas zonas sirvan también para descanso y ocio y que tengan bancos, una fuente y una zona de sombra”.