Unos de los lugares que centra, en las últimas semanas, gran parte de la atención y la preocupación en Castro es el Centro Asistencial La Loma, que está siendo duramente golpeado por el Coronavirus. Hasta la fecha, el Covid-19 se ha cobrado la vida de 18 residentes de estas instalaciones.
Entre el 31 de marzo y el 12 de abril se contabilizaron las primeras 14 muertes, tres días más tarde eran 16 y ocho días después se alcanzaban los 18. El gerente de la Loma, Juan Miguel Jiménez, ha reconocido en Castro Punto Radio que “tras ocho días sin registrarse fallecidos, te vas ilusionando y piensas que igual para ahí. Sin embargo, el virus éste se encarga de devolverte a la realidad y decirte que todavía hay que seguir luchando”.
El personal del Centro Asistencial La Loma está “completamente entregado”. Tratan de aferrarse a las noticias positivas, como que “llevamos 24 horas sin fallecimientos y se han curado otras 6 personas, con lo que la cifra total de recuperados del virus es de 23. Son datos que ayudan un poco a subir la moral”.
Y es que, cada muerte cae como una losa.” Para nosotros, los residentes no son un número, sino personas con las que tenemos una convivencia, un montón de recuerdos y de situaciones compartidas. Cada pérdida se siente de manera muy directa y se lleva mal”.
Al mismo tiempo, “está el trato con las familias de los usuarios, que lo tienen que estar pasando fatal y aun así nos trasmiten ánimo y apoyo cada vez que hablan con nosotros”. El contacto con ellos “es diario y permanente, a través de distintos mecanismo y también video llamada. Nosotros no podemos ser un sustitutivo de la familia, pero sí estamos, no sólo cuidando a los residentes, sino intentando dar todo el cariños, la atención y la compañía humana”.
El contacto con las autoridades sanitarias es también “constante” y “se siguen todas las indicaciones que nos llegan”.
Con respecto a la disponibilidad de material de seguridad, Jiménez ha insistido en el agradecimiento a los ciudadanos “que aportaron elementos de todo tipo en un momento en el que hubo una gran carencia. Ahora, desde Sanidad y el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) se va produciendo un constante gotero de material de seguridad homologado que nos está permitiendo trabajar sin carencias. Las cosas pueden cambiar, pero todo hace indicar que no vamos a volver a esa situación que vivimos hace semanas en cuanto al material”.