Hemos hablado en Castro Punto Radio con el bombero Sergio Arozamena sobre el incendio que se registró el sábado en un sexto piso del edificio de la calle Leonardo Rucabado número 7 y que volvió a poner de manifiesto la necesidad de más medios materiales y humanos en el servicio.
Como ha explicado Arozamena, el sábado había “tres bomberos de guardia, ninguno de ellos cabo. Para manejar la autoescala son necesarios dos trabajadores y otros dos para hacer las labores en el interior del edificio. No se contaba con ese personal mínimo por lo que hubo que pedir apoyo a Laredo y priorizar lo realmente importante, que eran las labores de evacuación y salvar las vidas de los vecinos”. Todo ello, “tomando las decisiones bomberos, cuando lo normal es que haya un cabo en el servicio que sea el que analice la situación y tome las decisiones operativas”.
A esta situación se suma el hecho de que “trabajamos con material obsoleto”. Prueba de ello es que las mangueras de extinción reventaron. “Tienen entre 10 y 12 años. Para actuar en un primer piso aguantan porque la presión de agua necesaria es mínima. Cuando hablamos de un sexto piso, como fue el caso el sábado, hay que meter mucha presión para que llegue el agua y pasó lo que pasó. Hay que verse en la papeleta del bomberos que está junto a las llamas y se queda sin agua. Estamos teniendo suerte, pero estamos jugando a una ruleta rusa que algún día va a salir mal“.
Arozamena ha lamentado que “no tenemos personal ni para usar nuestros propios medios, aunque muchos de ellos estén obsoletos”. Ha recordado que “si estuviéramos un mínimo de cuatro bomberos más un cabo por servicio podríamos cumplir con la normativa europea y actuar siempre en binomios. Pero como es una normativa no obligatoria sino recomendable no se hace y entramos a los sucesos vendidos”.
Y es que, “estamos tres bomberos por guardia en el mejor de los casos porque, desde diciembre, muchos días no llegamos ni a eso”.
Ha señalado que, sobre toda esta problemática, “hemos hablado con la alcaldesa en varias ocasiones, pero lo que dice luego no lo hace. La pasada legislatura, estando en la oposición, se manifestaba con nosotros y, ahora que le toca gobernar nos está dejando mucho que desear”.
Arozamena ha contado también que “el sargento que prestaba sus servicios hasta ahora ha presentado su dimisión por no estar conforme con la situación. Con su salida, la responsabilidad del servicio recae en la propia alcaldesa que, en este caso, sí ha tenido prisa por solucionarlo. El día antes de que se fuera el sargento nos convocó y ofreció a algún cabo las responsabilidades de sargento. Fueron dos los que se ofrecieron y lo cogieron ambos en rotación una semana cada uno”. Con todo, “hemos conseguido quitar dos efectivos más de la rotación”. Ha reconocido que “nos gustaría que se diera la misma prisa para solucionar los problemas estructurales que tenemos como la que se ha dado para esta cuestión que le afectaba directamente porque quedaba ella como responsable del servicio”.
