Los 46 cachorros rescatados por la Guardia Civil de una parcela en Otañes, donde se alojaban en condiciones lamentables y que fue intervenida en el marco de la operación ‘Pupicas’, se encuentran a la espera de que el Juzgado que está instruyendo la causa de luz verde a que puedan será adoptados o entregados en acogida.
De momento se encuentran en las instalaciones de Dogstar en Quijas, la empresa contratada por el Ayuntamiento de Castro Urdiales para la recogida de perros abandonados.
De las características del operativo y del futuro que espera a estos animales ha dado detalles en Castro Punto Radio uno de los responsables del mismo, el cabo 1º del SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil, Jesús Parra.
Comentaba como “el primer conocimiento que tuvimos de la existencia de este lugar fue a través de denuncias de particulares en Asturias, que compraron cachorros que venían infectados de enfermedades víricas y con parasitosis graves, algunos llegaron a morir, y otros estuvieron hospitalizados entre 15 días y un mes. Son enfermedades muy contagiosas. Algunos de los animales tenían un mes y medio de vida. A raíz de la noticia de la operación hemos recibido otra llamada de una persona que nos informó de una compra que hizo de un cachorro que estaba infectado y falleció poco después. Le hemos invitado a que ponga una denuncia. Es posible que aparezcan más casos en próximos días”.
Explicaba el cabo primero que “los receptáculos en los que estaban los animales eran de un escaso metro cuadrado con seis cachorros cada uno, carentes de comida y bebida y embadurnados en orín y heces”.
Sobre la hipotética responsabilidad de los compradores, Parra indicaba que “cometen el error de comprar los animales fuera de los canales reglamentados. Se vendían con cartillas veterinarias falsificadas de los Colegios de Cáceres y Badajoz”.
Los dos detenidos “cobraban entre 400 y 800 o 1.000 euros por cada cachorro, “dependiendo de la raza y las tonalidades de los animales, vendiéndolos a través de internet. La identificación del animal era falsa, algo a lo que obliga la Ley de Bienestar Animal, con lo que daba la sensación de ser una venta legal”.
Los cachorros se encuentran “intervenidos cautelarmente a disposición judicial, y se alojan el centro de recogida Dogstar, que está desbordado de llamadas de personas interesadas en adoptarlos. Se ha solicitado a la jueza que, por su alto número, se pudieran entregar temporalmente en acogida o adopción, para asegurarnos que los animales tengan una adecuada socialización. Estamos a expensas que el Juzgado decida. La adopción sería a través del Ayuntamiento de Castro Urdiales, que es el que habilite el mecanismo. En el centro de acogida quieren ser muy escrupulosos con las personas que los acojan, habría una selección rigurosa de las mismas”.