Una de las imágenes que tenemos más presente cuando pensamos en los casinos online es el ir y venir de las fichas a medida que los jugadores apuestan en la ruleta, el Blackjack, el Baccarat o cualquier otro juego. Las fichas de los casinos tienen un aspecto muy singular que hace que resulten atractivas a la vista o al tacto, ¡e incluso suenan bien cuando se las coloca sobre la mesa o cuando un crupier las mueve con el rastrillo!
Las fichas también se pueden encontrar en las tragamonedas de juego de los casinos online, como la Santa Fe Mix tragaperras, disponible en los mejores sitios de apuestas en España. Y, por supuesto, las tendremos en los mejores juegos de casino en vivo, de forma que podremos establecer nuestras apuestas en la interfaz virtual moviendo estas fichas con el dedo o con el puntero del ratón.
Las fichas de los casinos han estado en circulación durante tanto tiempo que en muchos casos ni siquiera nos las planteamos. Sencillamente las damos como algo asumido, y, de hecho, es parte de la experiencia tan exquisita que nos ofrecen los casinos. Pero ¿cuál es el origen de las fichas de los casinos, por qué tienen esa estética tan especial, y por qué las encontramos incluso en los casinos online?
Una cuestión de estética
Para conseguir las mejores reseñas, los casinos de España o los casinos online en Chile ofrecen a sus usuarios guías de juegos, una buena variedad de mesas, unas promociones competitivas y una estética exquisita. Parte de esta estética pasa por el uso de las fichas, que suelen ser aproximadamente del mismo tamaño y forma en todos los casinos, pero que además están personalizadas como un símbolo inolvidable del casino en sí.
Las formas, los colores, e incluso el sonido al caer de las fichas de los casinos, son características distintivas que hacen que sus usuarios sientan toda la emoción del juego al ponerlas sobre la mesa o guardarlas en una bolsa. Por eso no es de extrañar que los casinos se esfuercen siempre en elaborar fichas de la mejor calidad, sobre todo considerando el cuidado que ponen en todos los otros elementos de su estética.
Seguridad en los pagos
Las fichas de los casinos se originaron en los casinos físicos, y, aunque el componente estético era importante, también lo era la practicidad. Por ejemplo, si los jugadores apostaran con dinero real, podrían usar fácilmente billetes falsos para establecer sus apuestas, mezclados con billetes verdaderos para facilitar la confusión. Se trata de casinos, al fin y al cabo, y siempre puede haber alguien dispuesto a ganar algo de dinero rápido con cualquier treta.
Al instalar la instancia previa en la que se cambia el dinero por fichas, los operarios del casino disponen de todo el tiempo del mundo para verificar que cada billete sea auténtico. A partir de ahí, el flujo frenético que a veces tienen las apuestas no supone ningún problema para los crupieres, porque las fichas ya han sido verificadas de antemano.
Menos riesgo de falsificación
Hablando de las falsificaciones, los casinos generalmente tienen la norma de no permitir que las fichas entren o salgan de sus instalaciones. No puedes comprar una ficha de un casino y llevártela a casa, porque esto te permitiría analizarla con gran detalle y tratar de reproducirla para apostar después con fichas falsas. Pero sí que puedes tener un billete o una moneda reales y tratar de copiarlos por tus propios medios.
Del mismo modo, los casinos no te van a dejar entrar con fichas en los bolsillos o en tu bolso. La excusa de que las habías comprado en una visita anterior no servirá, porque el casino tiene la norma de no dejarlas salir. Esto es lo que permite a los crupieres saber que todas las fichas con las que están trabajando son siempre fichas legítimas y propiedad del casino.
Agilidad en las apuestas
Los billetes y las monedas son útiles en las compras diarias, pero presentan problemas para los crupieres a la hora de determinar el valor de las apuestas. A cierta distancia resulta difícil ver si hay dos o tres billetes apilados, si todas las monedas tienen el mismo valor… Esto también vale para los jugadores, que quieren asegurarse en todo momento de que sus apuestas estén a buen recaudo y de que se les paga lo que les corresponde.
Las fichas son más grandes y más gruesas que las monedas y billetes, y tienen unos colores distintivos que permiten ver con claridad cuánto dinero se ha depositado en cada apuesta. Los crupieres se las saben de memoria, y tienen un altísimo grado de precisión a la hora de ofrecer a los jugadores el importe exacto que les corresponde por una apuesta ganada.
De todas estas características, la única que realmente tiene sentido para los casinos online es la primera: la estética. Y esta es justo la razón por la que se mantienen en estos casinos, igual que se mantienen los tapetes virtuales y todo lo que genera la sensación de estar en un casino de verdad. ¡Todo sea por ofrecer una experiencia más auténtica!