Los integrantes de los Coros Virgen del Carmen y Mujeres de la Casa del Mar, han trasladado en Castro Punto Radio su “indignación” con la Dirección General del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) por el trato que ha dado a las peticiones que estos colectivos han realizado para que se acometan una serie de reparaciones en la Casa del Mar, instalaciones que, según estos coros, sufren “un continuo deterioro”. Hablan también de empeoramiento en cuanto a “las atenciones que veníamos recibiendo antes de que las competencias con respecto a este edificio se trasfirieran a la Dirección General hace más de once años”.
La falta de respuesta por parte del ICASS, “la desatención y el abandono total de las instalaciones” ha agotado la paciencia de estos colectivos que anuncian movilizaciones a las puertas de la Dirección General a partir de septiembre si no se reconduce la situación. Así lo han dicho en Castro Punto Radio Esperanza Bernaola, Jesús Villar, María Aspirez y Maribel Vélez.
Son varias las comunicaciones que, desde hace mucho tiempo, estos colectivos han mantenido con el ICASS para trasladar sus quejas y reclamar reparaciones. Gracias a esas reivindicaciones, consiguieron que el Gobierno de Cantabria mejorara la instalación eléctrica en el salón de la primera planta. También se realizaron cambios en el sistema de calefacción, aunque “con injustificable retraso, sobre todo por tratarse de periodo invernal en un edificio utilizado por personas mayores y teniendo en cuenta que estuvimos sin calefacción tres años”.
Tras la puesta en marcha de estas mejoras, los usuarios han detectado “fugas a las que no se ha dado solución a día de hoy, a pesar del tiempo transcurrido. Además, al realizar el cambio de instalación, ha quedado al descubierto un agujero, en el local lúdico de la planta baja que da al exterior, que permite que accedan insectos y roedores”.
El pasado 29 de marzo, los dos coros, usuarios de la Casa del Mar, remitían un escrito al Gobierno de Cantabria insistiendo en la necesidad de poner solución a estos problemas y trasmitiendo que “hemos sentido falta de sensibilidad y diligencia en estos temas”.
La respuesta a este escrito llegó el 15 de abril. La directora general del Instituto Cántabro de Servicios Sociales aseguraba que las fugas “ya fueron detectadas y reparadas el 4 de abril, quedando la instalación en perfecto funcionamiento y estando presente en ese momento personal autorizado del centro”.
En lo referente a los desperfectos de los zócalos de la planta baja del local, “se considera que se trata, mayoritariamente, de un deterioro debido a humedades de capilaridad y no relacionadas, por tanto, con la instalación realizada. En su caso, deberá tratarse en un actuación independiente a este expediente”, señalaba la Dirección General.
Los coros se han vuelto a quejar por escrito de que “no se concreta cuando se hará la intervención”, que consideran “urgente”. Muestran su indignación porque “consideramos esta respuesta una técnica para ignorar, despreciar o alargar la adopción de medidas sobre lo denunciado: agujeros con acceso a insectos y roedores, desconchados y zonas de humedad en el entorno de enchufes, con el riego que eso supone”.
Defienden que “es inaplazable que se realicen actuaciones de inmediato, siendo de fácil ejecución”. Piden que, al menos, “se cierren los agujeros, aclarando que el de mayor dimensión procede de la instalación de gasoil ahora inutilizada”.
Recuerdan que “han pasado meses desde el último escrito de la Dirección General sin que se haya realizado ninguna intervención o comunicación al respecto”. Resaltan también que “se trata de un local de titularidad pública, utilizado por personas de avanzada edad. La salud pública es incompatible con instalaciones a las que pueden tener acceso insectos y roedores, máxime en espacios colectivos cerrados como el que no ocupa”.
Han añadido que “la Casa del Mar, debido al paso del tiempo y al abandono de inversiones durante años, requiere de una adecuación integral en aspectos como el mobiliario o la eliminación de barreras arquitectónicas en los baños. Es inaceptable que siendo un edificio público competencia precisamente del área se Servicios Sociales esté en estas condiciones cuando son personas mayores las que lo usan”.
A estos coros ya no les sirven las palabras y quieren “las cosas por escrito y plasmadas en un documento en el que figuren las obras, los plazos concretos y el presupuesto”. Hasta que eso no suceda, “seguiremos con las reivindicaciones e iniciaremos en septiembre protestas frente al ICASS”.
Para los integrantes de estos colectivos, “la Dirección General no han sabido canalizar ni gestionar las competencias que se le transfirieron en 2007. Ha habido una negligencia clara porque no hay un seguimiento de la situación de las instalaciones ni de los servicios. Es injustificable el desinterés y ha faltado humanidad para con personas mayores del mundo de la mar que han luchado durante años por este edificio”.