El sector hostelero de Cantabria está “desesperado y desquiciado” ante “el pozo en el que estamos metidos”. Así lo ha señalado en Castro Punto Radio el presidente de la Asociación de Hostelería en la región, Ángel Cuevas, que ha vuelto a reprochar al Gobierno “que se cebe con nuestro sector cuando no es al que hay que limitar”. En este sentido, ha aludido a las últimas cifras aportadas por el Ministerio de Sanidad en las que “ellos mismos reconocen que la hostelería aporta el 3,3% de los positivos por Coronavirus y que el 78% de casos se dan en reuniones y fiestas privadas en las que se juntan muchas personas”.
Con este telón de fondo y en su lucha por salir adelante, la asociación ha pedido al Gobierno de Cantabria que permita la apertura del interior de los establecimientos con un aforo máximo del 50%. “La gente está mejor repartida con orden en los locales, sin uso de barra, y que después pongan los inspectores oportunos para sancionar los incumplimientos, pero que nos dejen trabajar porque el sector está tocadísimo y no aguanta más”.
Ha criticado que el Ejecutivo regional “lleva una temporada larga sin agilidad, no contesta la mayoría de nuestras peticiones ni las dudas que planteamos sobre algunas resoluciones que se publican en el Boletín Oficial de Cantabria. Tampoco pone en marcha la mesa de trabajo que hemos pedido de, al menos, una hora a la semana”. Ha calificado de “vergüenza el modo en el que nos está atendiendo la Consejería de Sanidad, aunque claro, ellos se llevan el sueldo calentito”. Ha apuntado también al presidente, Miguel Ángel Revilla, “como el máximo responsable de todo”.
Ha dejado claro que “no vamos a tragar las balas que no nos gustan”. Ha puesto como ejemplo, “que el Gobierno diga que ya se han repartido los 30 millones de euros que pedíamos para el invierno. Se creen que somos idiotas y que no sabemos sumar y restar. Se han repartido 18 millones, pero no sólo para nosotros, sino también para la venta ambulante, el comercio y otros sectores”.
El cheque resistencia de 1.500 euros lo ha calificado como “una mierda” y ha defendido que “el nuestro es un cierre encubierto. No nos cierran del todo para que sigamos pagando impuestos”.
Ha insistido en que “con el Gobierno de Cantabria hemos chocado contra un muro de hormigón y no nos queda más que acogernos a dos cosas: que nos dejen abrir cuanto antes y que lleguen esos millones del Fondo Europeo de los que tanto se habla”.
Mientras tanto, “estamos trabajando en una demanda a presentar por usurpación del patrimonio. Nos están cerrando y, si me quitan mi negocio, me lo tendrán que pagar”.