17 ABRIL 2017 /
Tres días después de la Pasión Viviente de Castro Urdiales y con tiempo para recuperarse y hacer balance, hemos hablado con algunos de los protagonistas de la representación.
Entre ellos, ha estado en los estudios de Castro Punto Radio Alejandro Calvo, quien representó el papel de Jesús de Nazaret. Ha asegurado sentirse “increíblemente bien”, aunque “con pena de que se haya terminado. Me lo pasé tan bien y disfruté tanto que se va a echar de menos”.
Por el contrario, su madre, Mari Camen Chagartegui, no lo echará tanto de menos. Está “muy orgullosa”, pero ha reconocido que “se pasa muy mal”.
Tanto Chechu Arozamena como Guadalupe Beascoechea, coordinadores de la Pasión, se han congratulado de que todo saliera bien, en todo los aspectos. En lo que tiene que ver con la propia representación, en cuanto a las asistencias sanitarias, que fueron prácticamente inexistentes y en cuanto a la climatología, que en los primeros minutos dio algún susto al caer una pequeña llovizna.
Ambos han asegurado estar cansado ahora pero “con una sensación muy positiva”.
Antes de terminar, Chechu ha ahondado en algunos de los aspectos del discurso inicial que siempre da en la iglesia de Santa María antes de comenzar la representación. Se ha referido a la parte en la que aseguró que “en cualquier momento puede haber otra persona aquí, en lugar de yo”.
Ha dejado claro que no es una despedida todavía, pero “hay que ir preparando a la gente, aunque sin fecha determinada, para que se dé cuenta de que cualquier día otro va a aparecer en el lugar que estoy yo y que tienen que hacerle el mismo caso”.
“Nos hacemos mayores y hay que ir dando paso a la juventud”, ha añadido Guadalupe.