28 NOVIEMBRE 2017 /
El Punto de Encuentro Familiar y el Centro de Día del Menor son servicios que presta el Ayuntamiento de Castro Urdiales y sobre cuyo funcionamiento hemos conocido hoy los detalles de la mano de María José Carreto (educadora social y persona al cargo de ambos departamentos), José Luis Lauren (educador del Centro de Día del Menor) y Marola González (psicóloga y coordinadora del Punto de Encuentro).
En declaraciones a Castro Punto Radio han reconocido que estos son servicios de cuya existencia saben los ciudadanos pero “en los que igual falta un mayor conocimiento sobre la zona de acceso y como son las derivaciones”.
Por eso han detallado que, en el caso del Punto de Encuentro Familiar, “la mayoría de las derivaciones vienen de los Juzgados, aunque también se puede realizar por medio de Asuntos Sociales, siempre que sea de mutuo acuerdo, para lo que deben acudir las dos partes”.
Se trata de un “recurso especializado en el ámbito de la familia y que tiene como objetivo principal garantizar los derechos del menor en lo que respecta a relacionarse con el progenitor u otros familiares en casos de separación y divorcio o de medida de protección por un tema de violencia”. Se busca que “sea una relación en un marco de seguridad y de bienestar”.
En lo que va de año 2017 se han atendido en este departamento un total de 47 familias, lo que suponen “65 menores, 92 progenitores y siete miembros de la familia extensa del menor”. Un volumen importante de trabajo, teniendo en cuenta que en Cantabria, “solo Santander y Castro cuentan con este servicio”.
Como han señalado los técnicos de estos departamentos, “uno de los objetivos claros del Punto de Encuentro es que sea un servicio temporal y se trabaje por un plazo de tiempo determinado con el fin de orientar a las familias para que esa situación de conflicto no se prolongue, sino que, después, tengan sus herramientas para gestionar ese régimen de visitas”.
En cuanto al Centro de Día del Menor, que atiende en horario extraescolar o periodos vacacionales, actualmente está asistiendo a 17 niños y 11 niñas, de edades comprendidas entre los 6 y los 17 años, por lo que están divididos en dos grupos de edad. Vienen derivados de Asuntos Sociales y, sobre todo, “pertenecen a familias en situación de desventaja social”.
Con ellos “se hace un plan de trabajo y unos programas específicos para conocer al chaval y a la familia. Se valoran las dificultades y se abordan en un proyecto individualizado en función de sus necesidades” y que se basa en cuatro pilares básicos: “promoción del desarrollo social y personal, programa de tutorías, apoyo escolar y, por último, participación comunitaria y ocio y tiempo libre”.
Es un servicio que “está pensado para que se prolongue por el tiempo que sea necesario”, aunque “el trato directo con los niños nos permite obtener pistas para trabajar con los padres y ayudarles a que cubran esas necesidades que pueda tener el menor, que es el protagonista y el que marca los tiempos”.
María José, José Luis y Marola consideran que hay que “desmitificar el tema de servicios sociales, que son recursos de ayuda y hay que vivirlo como eso”. Reconocen que “hay reparos al principio, a la hora de acceder, aunque una vez empezamos a trabajar con ellos, sí nos ven como una ayuda. En el Centro de Día nos cuesta incluso desvincular a los niños. Tenemos unos cuantos casos que no querían dejar de venir”.