Tras aprobarse en el pleno una nueva sanción de 78.000 euros a la empresa que gestiona el Castrobús (Alsa) por incumplimiento del contrato, hemos hablado en Castro Punto Radio con Amancio García, secretario general de SCAT (Sindicato Cántabro de Asalariados del Transporte), que estuvo el martes en la sesión plenaria.
Ha lamentado que “esto es lo de siempre y las multas no son una solución al problema porque para la empresa son rentables y un negocio. Ya está bien”, ha dicho” y ha pedido que “se sancione de otra manera: o cumplen el contrato o se van. No sé dónde está el problema cuando hay muchas empresas interesadas en llevar el servicio”.
García ha trasladado que Inspección de Trabajo “realizó una inspección a los autobuses antes del verano y hace unos días nos llegaba la resolución, aunque suponemos que la empresa la tendrá hace más tiempo”.
Se trata de una resolución “contundente en la que se exige a la empresa tomar una serie de medidas de manera urgente. Menciona cada uno de los autobuses y dice que hay que reparar las palancas de cambio, los aires acondicionados, las calefacciones, la entrada de gases del motor al habitáculo del conductor, discos y pastillas de freno nuevas, reparar puertas de emergencia y entradas de agua por los techos, entre otras”.
Por el momento, “no se ha tomado ninguna de estas medidas y no creo que la empresa lo haga porque considero que hay muchas de estas cuestiones que no se pueden reparar. Seguramente Inspección sancionará a Alsa”.
Por parte de los trabajadores “vamos a solicitar una reunión urgente con la empresa para ver qué nos dice de este incumplimiento y del incumplimiento también de los acuerdos alcanzados en el Orecla y que supusieron la desconvocatoria de la huelga. Si no hay avances, acudiremos a los tribunales”.
García ha lamentado que “la alcaldesa mira para otro lado y tiene hasta suerte de que no haya habido aún ninguna desgracia, teniendo en cuenta el estado en el que se encuentran los autobuses. Le dije en el pleno lo que expone la Inspección de Trabajo y me contestó que eso era una cosa entre los trabajadores y la empresa cuando el responsable principal del contrato es el Ayuntamiento, le guste a ella o no”.
Ha añadido que “cuando pregunto en el pleno no me deja dirigirme a nadie más que a ella, pero si le expongo la problemática, señala que la decisión no es de ella sino de la Corporación”.
Desde SCAT van a solicitar también una reunión con el concejal de Castroverde, Eduardo Amor, “a ver qué explicación nos da porque, cuando estaba en la oposición, era bastante buena. No sé si habrá cambiado ahora que está en el poder. Están todos callados y nadie dice nada”.