26 MAYO 2017 /
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial acoge el lunes, a partir de las 10:00 horas, el juicio contra dos acusadas de acabar con la vida de una mujer de 80 años a la que golpearon por la espalda y obligaron a sentarse en una silla para, después, impedirla respirar con ayuda de un trapo. La mujer se disponía en ese momento a entrar en su domicilio de Castro Urdiales, del que las acusadas sustrajeron diversos efectos.
Las dos mujeres actuaron junto al hijo de una de ellas, quien ya fue condenado por el Juzgado de Menores por estos hechos.
El fiscal las considera autoras de un delito de asesinato y otro de robo con violencia, por lo que solicita una condena de 25 años de prisión para cada una de ellas, así como una indemnización para la familia de la víctima de 112.000 euros.
Recordamos que la Guardia Civil, en una investigación comenzada en septiembre de 2014 tras el homicidio de una mujer de 80 años en la localidad de Castro Urdiales, procedía a la detención de dos mujeres con iniciales N.B. y J.G.E., una de origen sudafricano y la otra natural de Vizcaya, así como el hijo de una de ellas de 16 años, como presuntos autores del mencionado homicidio.
La mujer fue encontrada fallecida en su domicilio, observando los agentes en la inspección realizada varios cajones abiertos, comunicando los familiares la falta de unas joyas de bisutería, un teléfono móvil y una pequeña cantidad de dinero.
La mañana del 15 de septiembre de 2014, la Guardia Civil fue alertada del hallazgo de una mujer fallecida en su domicilio de Castro Urdiales, desplazándose al lugar agentes de este Cuerpo para comprobar lo sucedido.
Aunque la mujer no presentaba signos aparentes de violencia, sí comprobaron que se podía haber producido un robo, aunque la vivienda no estaba forzada, por lo que se abrieron en ese momento diferentes líneas de investigación a la espera de la autopsia, que finalmente reveló una muerte violenta por asfixia.
A partir de ese momentos especialistas de la Guardia Civil de Cantabria en investigación de homicidios se hicieron cargo de las pesquisas que se centraron en el entorno de la mujer, lo que hizo sospechar a los agentes sobre tres personas, dos mujeres y un menor, que tras el entierro de la misma se marcharon a residir a la provincia de Málaga.
Los agentes de la Guardia Civil pudieron averiguar que algunas de las personas investigadas mantenían una relación de amistad con la fallecida y que se veían con asiduidad, averiguando que uno de ellos había accedido una vez a la vivienda, con la presumible intención de observar el interior de la misma.
Finalmente los agentes averiguaron que el día anterior a la aparición del cuerpo sin vida de la mujer, cuando regresaba a su domicilio de un establecimiento donde había estado con los tres investigados, fue abordada en el rellano de su vivienda por tres personas encapuchadas, que la metieron a la fuerza en el interior de la vivienda, al parecer con la intención de cometer un robo.
Con estos y otros datos conseguidos en la fase de investigación es por lo que la tarde del 20 de enero de 2015 fueron detenidos en Benalmádena (Málaga) el menor y su madre, y ese mismo día por la tarde en la localidad de Gijano-Valle de Mena (Burgos), la otra mujer aprovechando que se había desplazado desde Málaga para visitar a unos familiares.