Marley, el perro de aguas de la Guardia Civil especializado en la detección de restos biológicos que ha participado en numerosas investigaciones de casos relevantes durante los últimos meses, ha fallecido a los tres años de edad.
El pasado domingo, su corazón se paró tras el segundo infarto que sufría en apenas unos días. Su cuidador, Juanma, salió a pasear con él, y cuando lo estaba lavando, el perro desfalleció. Parecía que se iba a recuperar mientras le secaba, pero el perro murió.
Según informaban este lunes fuentes de la Guardia Civil, Marley, se trataba de un perro de agua con un amplio historial de colaboraciones policiales por toda España, el único que trabajaba sin correa.
Hijo de Hércules y Lola, una de sus últimas misiones fue rastrear la casa de Jesús Mari Baranda, en la calle Padre Basabe de Castro Urdiales, en busca de vestigios biológicos de esta persona asesinada. El perro permaneció en Castro varios días trabajando hasta en los últimos rincones del domicilio, como vemos en la foto en un momento de descanso.
Entre sus misiones más recientes está la búsqueda del informático José Antonio Delgado, vecino de Getxo (Vizcaya), que fue descubierto el pasado día 1 de octubre tras su desaparición en la provincia de Zaragoza. Marley también participó en el rastreo del lugar en el que el pequeño Gabriel Cruz fue enterrado por la novia de su padre y asesina condenada, Ana Julia Quezada, en una finca familiar de Níjar (Almería) en marzo de 2018.
A Elton, ahora jubilado, Marley lo secundó en el hallazgo, el 31 de diciembre de 2017, del cuerpo sin vida de la joven madrileña Diana Quer en un pozo de una nave industrial abandonada en Rianxo (La Coruña). Marley, junto a su compañero Athos, también colaboró en la resolución del asesinato del concejal de Izquierda Unida Javier Ardines en Llanes (Asturias).
Experto del equipo de detección de restos humanos, las fuentes consultadas lo han considerado como uno de los mejores perros del instituto armado.