Como ya informamos, en el apartado de ruegos y preguntas del pasado pleno, la representación sindical de los trabajadores del Castrobús se volvía a interesar por la llegada a Castro de los nuevos autobuses, anunciados por el Ayuntamiento para comienzos de marzo.
La respuesta de la alcaldesa fue prácticamente la misma que trasladó en el anterior pleno: “se está siguiendo el proceso de pintado, de adecuación y de instalación de pantallas y llegarán en el momento que se termine y puedan circulan cuanto antes”.
Para el secretario general de SCAT (Sindicato Cántabro de Asalariados del Transporte), Amancio García (a la derecha en la imagen), “esa es una milonga que nos cuenta la alcaldesa y que igual es lo que le ha dicho la empresa. Pero insistimos en que pintar es algo que se hace en horas y, por eso, hay algo que no nos cuadra”.
Como ha señalado García en Castro Punto Radio, Susana Herrán “nos dijo en el pleno que pidiéramos nosotros un explicación a la empresa sobre cuando vienen los autobuses. Parece que no le entra en la cabeza que la empresa principal es el Ayuntamiento, que es quien tiene la obligación de hacer cumplir el pliego de condiciones. No me vale que se interpongan sanciones de 60.000 euros porque, con esas cantidades, la empresa se ríe de ellos”.
Ha defendido que “la opinión pública debe de saber lo que está pasando” y se pregunta si “¿no será que la alcaldesa quiere ponerse la medalla y traer los autobuses justo para las fiestas de la Semana Grande. No sé si será eso, pero no se va a colgar esa medalla aunque los traiga”.
Fue esta misma pregunta a Susana Herrán en el pleno la que causó “que se desbocara y levantara la sesión y se fuera al despacho. No sin antes escuchar insultos hacia nosotros por parte de la bancada del equipo de Gobierno, aunque no sabemos quién en concreto”.
Ha asegurado que “alucinamos con los representantes que tenemos en el Ayuntamiento. La alcaldesa nos pide respeto, y nosotros se lo pedimos por los trabajadores y los usuarios”.
Ha contado que “Herrán se metió al despacho pero volvió a salir y me llamó maleducado y sinvergüenza. Algo que volvió a repetir a un compañero mío. La única maleducada es ella porque nosotros no hemos faltado al respeto a nadie”.
Ha dejado claro que “no nos va a quitar de estar en los plenos con nuestra pancarta porque es la casa de todos, le guste o no. Forma parte de un partido político que tiene en sus siglas la palabra Obrero, pero ella de obrero tiene poco”.