Podemos Castro Urdiales ha registrado una petición en el Ayuntamiento sugiriendo una solución provisional para la apertura de la calle que se construyó a medias al final de la pasada legislatura, la que unirá en un futuro la Avenida Riomar con Cotolino, paralela al campo de fútbol.
Según indica en nota de prensa el secretario general local y concejal del Grupo municipal de Podemos, Alberto Martínez, “Cotolino ha padecido un aislamiento secular que le condena a disponer de dos únicos accesos: por la playa de Brazomar y por el alto de la Cruz. Una subvención del Gobierno Autonómico parecía que iba a paliar esta situación con la construcción de un nuevo vial paralelo al estadio Riomar. Pero en el Ayuntamiento de Castro las cosas nunca son lo que parecen y el nuevo vial se ha visto guillotinado temporalmente por un procedimiento judicial. Si tomamos como precedente las mil y una vicisitudes que padeció la construcción de su vecino estadio de Riomar, podemos sospechar que la nueva carretera va a tardar en estar operativa. Por todo ello y para no seguir condenando al vecindario a continuar sin este acceso, Podemos Castro Urdiales propone la apertura provisional, hasta que la carretera ahora sin finalizar sea una realidad, de la senda que ahora se utiliza como paso peatonal, transformándola en una carretera provisional con dos carriles y una acera que permitan el flujo peatonal y de vehículos a motor con las suficientes medidas de seguridad”.
La formación morada indica que “sería necesaria la ocupación temporal de un trozo de terreno de la parte superior del estadio Riomar. En total, sería preciso asfaltar una superficie de unos 500 m2, lo que conllevaría un gasto aproximado de 6.000 euros, cantidad irrisoria a cambio del beneficio en movilidad que se obtendría, no solo para los vecinos de la zona sino para muchos otros a los que se facilitaría su acceso al centro de salud”.
“De hecho”, continúa el portavoz de la formacion, “el camino que se diseñó como peatonal ya resultó colonizado por los vehículos a motor durante unos meses, que lo utilizaron como acceso/salida y aparcamiento sin existir las suficientes medidas de seguridad, tanto para ellos como para el tránsito peatonal”.
“Actualmente”, concluye Alberto Martínez, “el tramo de poco más de 50 metros sin finalizar está delimitado, en sus dos extremos, por los obstáculos de hormigón que durmieron durante años el sueño de los justos en la parcela anexa al polideportivo Pachi Torre.
No es una solución muy ortodoxa, sino provisional, pero el vecindario del barrio de Cotolino vería paliado temporalmente su déficit estructural de accesos/salidas a cambio de una pequeña inversión”.