Detalla la formación morada que en un comunicado que “en el año 2021, el Ayuntamiento de Castro Urdiales otorgó los permisos necesarios para el pintado con los colores de la bandera LGTBIQ+ de una parte de la balaustrada, sita en el parque de Cotolino, con el ánimo claro de apostar por la instauración en nuestro municipio de un símbolo perdurable en el tiempo y espacio como muestra de reconocimiento, respeto y apoyo a las reivindicaciones de este colectivo. Apuesta al igual de la que se ha hecho en muchos otros municipios a lo largo de toda nuestra geografía, con la diferencia ostensible que mientras en otros municipios está clase de simbología goza de un respeto total, en nuestra localidad está balaustrada ha sido vandalizada hasta en 7 ocasiones, incluso con el derribo completo del tramo en cuestión y su obligado reemplazo”.
Para el concejal castreño, Alberto Martínez, “la última vandalización ha sido especialmente grave, al utilizarse como arma la bandera nacional, un símbolo que nos debería representar a todos y que ha sido empleado como herramienta de intolerancia y odio, algo verdaderamente deleznable”.
Según detalla el edil castreño, “estos actos reiterados son muy graves, de hecho, pueden ser constitutivos de una pena de hasta 4 años, además de multas o inhabilitación y sumarse al delito de daños contra el patrimonio público. Así lo recoge el artículo 510 del Código Penal español, se castiga como delito de odio cualquier acto que fomente, promueva o incite al odio, discriminación o violencia contra personas o colectivos por su orientación sexual o identidad de género, entre otros motivos. La evidente motivación del acto como rechazo al colectivo LGTBI y la repetición, son motivos claros para la aplicación de esta ley que se están cumpliendo sin duda en este caso”.
“Dando por hecho de que se volverá a repintar una vez más, creemos que es momento de atajar un acto de tal gravedad de una vez por todas, con una vigilancia especial, incluso con la instalación de videocámaras en la zona o las medidas que estimen oportunas desde las fuerzas de seguridad locales. La intolerancia, el odio y la homofobia no pueden tener cabida en nuestro municipio”, ha continuado Martínez.
Finalizan desde Podemos señalando que, “en el pleno de julio de 2022 tuvo lugar un posicionamiento unánime de todos los partidos municipales, en repulsa de estos ataques y tres años después seguimos sin actuar con medidas reales, es hora de atajar esto”.