15 FEBRERO 2017 /
Como informábamos ayer en esta página de Facebook, la Concejalía de Mercado y los Jueveros llegaron a un acuerdo gracias al cual el mercadillo permanecerá en la Plaza Hermandad de Las Marismas, pero con dos condiciones marcadas por el Ayuntamiento: no podrán acceder con los vehículos a descargar sino que lo tendrán que hace a mano, y no podrán colocarse puestos en los dos círculos centrales, más próximos a los columpios.
En declaraciones a Castro Punto Radio, Miguel Ángel Pontón, portavoz de un importante número de estos mercaderes, ha recordado cómo ayer por la tarde se sometieron a votación las dos opciones que daba la Concejalía y que eran, o trasladarse a la calle San Andrés, en tres filas de puestos, o quedarse en la actual ubicación pero cumpliendo estos dos requisitos.
Dos obligaciones que, en un principio “no nos convencían” pero “no hemos podido hacer otra cosa”. Asume que “en una negociación ambas partes tienen que ceder” y se alegra de que, “al menos, hemos llegado a un acuerdo y nos quedamos donde la mayoría quería estar”. Todo, después de que, de los 37 Jueveros presentes en la reunión de ayer, “sólo 13 votaran el traslado a la calle San Andrés y el resto quedarnos donde estamos”.
Con estos cambios, los puestos que estaban en las zonas que ahora se despejan, “se van a reubicar en la subida desde el estanco a la calle San Andrés, donde habrá una fila única mirando hacia la plaza, y en la calle de abajo, la principal”. De esta forma, “quedamos colocados como en una especie de cuadrado, dejando libre el centro de la plaza”.
Pontón ha reconocido que hay puestos un poco más perjudicados que otros en lo que a la descarga del material se refiere pero “contentar a todos es imposible”.
El Ayuntamiento, al menos, “nos ha permitido votar y tomar una decisión, no imponiéndonos la calle San Andrés”, una zona que “hubiera abocado el mercadillo a la desaparición porque está rematada por una cuesta, está fuera de la zona más céntrica, que es donde hay más vida y están los establecimientos comerciales y de hostelería”.
No obstante a todo, Pontón ha reconocido que, tras todo este proceso de negociaciones que culminaba ayer, tiene una sensación “agridulce”. Cree que el haberlo sometido a votación “está bien” pero, al mismo tiempo, “tengo un sentimiento de fracaso porque no hemos podido conservar las condiciones que teníamos antes”.
Tras la reunión de ayer por la tarde, las relaciones con la concejala, Patricia Camino, “se han suavizado por ambas partes y ahora están mejor”.
Mañana jueves, el mercadillo comenzará a funcionar con los cambios que se han establecido.