Tras 12 años como sacerdote en la Parroquia de Castro Urdiales, Chema Salazar deja el municipio tras ser nombrado por el Obispo párroco de Polanco y Rumorosa, “que se encuentran entre Torrelavega y Santander. Es un Ayuntamiento de unos 6.000 habitantes y me toca encargarme de los fieles que viven allí”, ha señalado el propio Salazar en Castro Punto Radio.
El próximo domingo se despedirá de los fieles castreños en la misa de las 12 en la iglesia de Santa María y el sábado siguiente ya tomará posesión de sus nuevas parroquias. Afronta esta nueva etapa “con la tristeza de la despedida, que siempre es dolorosa; pero con la ilusión de un nuevo comienzo. Son sentimientos encontrados pero hay que adaptarse siempre a lo nuevo y conocer cada nueva situación en la que te vas encontrando. Todos los sitios tienen sus ventajas y posibilidades y todo eso hay que ir descubriéndolo para tratar de sacar lo mejor en cada sitio”.
La situación en la que va a empezar a conocer su nueva Parroquia también va a ser extraña debido a la crisis del Coronavirus, “que no permite pensar de la misma manera que en enero. En la vida parroquial es necesario el reunirnos para la celebración de la misa, para los grupos de lectura de la Biblia, para el grupo de Cáritas, los niños en la catequesis… Todo eso, o no se puede hacer o se tiene que hacer de forma limitada”.
De todos los años en Castro se lleva muchos recuerdos buenos. Contaba cómo “estos días me estoy dando cuenta de que, sobre todo, pienso en gente cercana a la Parroquia que ya no está, de la que he tenido que celebrar su funeral y de la que siempre me voy a acordar. También de feligreses que me han dado lecciones de vida y de fe”. Ha mandado un agradecimiento especial a los catequistas y a los sacerdotes que le han acompañado durante esta etapa.
Vino a Castro “aterrado” en 2008 “porque era una parroquia muy grande y con mucha gente”, y se marcha ahora pensando que “Castro es un sitio en el que hay personas buenísimas, donde he visto una generosidad que no he visto en muchos sitios, donde la gente se vuelca. Para mí, ahora, es un sitio donde tengo una familia”.
Su salida de la Parroquia castreña supone cambios también aquí. “Lo normal, aunque no se nos ha dicho aún, es que venga otro sacerdote a sustituirme. Lo que sí se ha organizado de momento desde el Obispado es que Antonio Arribas, párroco de algunas juntas vecinales, se coordine con los sacerdotes de Castro y que, entre todos, se atienda todo”.
Imagen de archivo de Chema Salazar en los estudios de Castro Punto Radio.