5 SEPTIEMBRE 2017 /
Pasado el verano, los problemas en el mercadillo de los Jueveros y el descontento entre los mercaderes continúan. Tanto es así, que el portavoz de estos placeros, Miguel Ángel Pontón, considera que “cuando llegue enero y tengamos que renovar las licencias, vamos a quedarnos como mucho 30 de los más de 40 que estamos ahora inscritos, muchos de los cuales ya han desistido de venir este verano”.
A día de hoy el tema relacionado con el tráfico y los vehículos que estacionaban en lugares donde debían ubicarse los puestos “está más o menos controlado”. Ahora bien, “el tema de los ilegales nos ha hecho mucho daño este verano y está totalmente consentido por parte del Ayuntamiento, la Policía Local y el trabajador municipal que controla el mercadillo. Son perfectamente conocedores de ello y no hacen nada”.
Se trata de gente que “no paga impuestos, ni autónomos, ni hace declaraciones y que, por tanto, puede vender al precio que quiera. Puede ganar un 10% en la mercancía, cosa que los que somos legales no nos podemos permitir”.
Pontón reconoce que, “prácticamente, hemos tirado la toalla en cuando a avisar al Ayuntamiento y poder eliminarlos porque realmente somos bastantes menos los que pagamos que la gente ilegal. Parece que a nadie le importa y nadie toma cartas en el asunto, pese a que los ilegales nos doblan en número. La impotencia es total, sabiendo que hay alguien que debe controlar eso y no lo hace”.
Al margen de este asunto, los mercaderes siguen descontentos con el cambio de distribución de puestos que se “impuso” antes de verano. “Hay algunos que se han quedado aislados y en otros prácticamente no se vende nada. El Ayuntamiento nos dio un ultimátum y no te queda otra que aceptar lo menos malo”.
Con este telón de fondo, Pontón sigue convencido de que “si seguimos así, este mercado tiene un final. Está languideciendo, y eso lo sabemos todos, y ahora viene el invierno” Considera que “o se toman medidas drásticas o desaparece, a no ser que se llene todo de manteros”.
Para estos mercaderes, el cambio de ubicación “sería fundamental”. Insisten en que “lo importante es salir de allí porque en Cotolino en invierno no se vende nada. Sabemos todos los que es. Mucha gente trabaja fuera y no está en la zona durante el día. Un cambio sería imprescindible para mantenerlo. Eso o dar otra posibilidad. Intentar legalizar el mercado, bajar las tasas y ocupar el centro de la plaza Hermandad de Las Marismas. Tratar de que le importe al Ayuntamiento, que creo que quiere que desaparezca. Bajando las tasas iban a obtener lo mismo porque iban a venir más puestos”.
Desde que se reunieron con la concejala del área, Patricia Camino, para realizar el cambio de distribución de los puestos, “no nos hemos vuelto a reunir con ella”. De todas formas, “en esos encuentros, realmente negociamos muy poco. Nos informan de lo que van a hacer y punto”.